El 15 de noviembre próximo los hospitales de Castilla y León estarán sobrepasados si se mantiene el ritmo de contagios e ingresos actual por la crisis del coronavirus, según ha reconocido el Gobierno autonómico en el informe remitido al Tribunal Superior de Justicia para justificar la necesidad de establecer el toque de queda.

"La previsión, manteniendo el número de camas ocupadas por pacientes no COVID a 18 de octubre e incrementando 20 COVID a la semana sería por lo tanto el día 15 de noviembre que se llegaría al umbral máximo que nos permite atender pacientes de todo tipo en nuestro sistema hospitalario", cita el TSJ en el auto de no ratificación del acuerdo de la Junta del pasado viernes, al no haber entonces aprobado aún el estado de alarma el Gobierno.

El informe epidemiológico adjuntado por la Junta cifra en 5.402 personas las fallecidas en esta comunidad "a causa de la pandemia", y detalla que resulta "significativo" que desde el pasado 1 de septiembre se ha alcanzado la cifra de 588 personas muertas por el mismo motivo y que la dinámica "continúa en fase ascendente".

Este documento concluye, tal y como adelantó la consejera de Sanidad, Verónica Casado, la pasada semana que Castilla y León está en "transmisión comunitaria", lo que significa que existe una elevada proporción de personas afectadas al margen de los brotes identificados y controlados.

Además, constata que existe una tasa de positividad "muy elevada" y una creciente ocupación de camas hospitalarias en planta y UCI, lo que "podría llegar a poner en riesgo de sobrecarga extrema al sistema sanitario".

Sobre la tipología de los brotes, los familiares son los más frecuentes al sumar el 43 por ciento de los mismos (4.269 casos y el 27% del total de casos), seguidos de los denominados mixtos -donde se pasa del ámbito familiar a otros- con el 27,7% de los brotes (4.910 casos y el 31,1% del total) y los brotes sociales, con el 7,5% (1.575 casos y el 10% del total).