“Nos preocupa lo que está sucediendo en Castilla y León. La tendencia de casos es creciente a nivel general” y tras una semana y media en la que parecía que había una relativa estabilidad, “estamos viendo que aumentan los casos”. “La tendencia y la evolución no son buenas”, y todo “pese a las medidas”: 5.385 casos notificados en una semana y una incidencia de 403,62 casos por cada 100.000 habitantes, muy por encima de la media nacional que se sitúa en 263, a lo que se une que el número de reproducción básico instantáneo (Rt), es decir el índice de contagios por cada infectado, supera ya el 1,13, con tendencia creciente,

Así de tajante se mostró ayer la consejera de Sanidad, Verónica Casado, en la rueda de prensa semanal para informar sobre la situación epidemiológica en la comunidad, donde pidió a la población que extreme la precaución y limitar “al máximo” el contagio social y respetar la burbuja de convivientes, puesto que la mayor parte de los brotes se están dando en reuniones familiares y con amigos, porque el “coronavirus no entiende ni de amistad ni de cariño”. No en vano, menos en las provincias de Valladolid y Zamora, con ligeros descensos, la tónica general es de incremento de los contagios.

La región, contabiliza un total de 65.147 positivos por coronavirus, de ellos 416 nuevos, y de los cuales 14 han sido diagnosticados en la jornada anterior, según datos ofrecidos ayer.

Las estadísticas registran, asimismo, 18 fallecimientos en hospitales, de manera que el total en este ámbito es de 2.489, mientras que las altas hospitalarias de pacientes que ingresaron con COVID-19 alcanzan ya las 11.279, tras sumarse otras 27 nuevas y hay 394 brotes.