La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades de la Junta de Castilla y León, Isabel Blanco, apeló ayer a la unidad y el consenso en las políticas contra la violencia de género para evitar los “fuertes riesgos de desaceleración o retroceso” que puede crear el COVID pese a los avances del Pacto de Estado, y defendió el modelo de “Objetivo Violencia Cero” y la “robustez” de los servicios sociales autonómicos. Blanco explicó que Castilla y León contaba con la primera ley de Violencia de género cuando se pone en marcha el Pacto de Estado.