La Junta de Castilla y León pide una nueva reunión mañana viernes por la tarde del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud para tratar de rectificar el documento aprobado y lograr un nuevo acuerdo entre el Ministerio de Sanidad y las comunidades, de forma que se puedan recoger las aportaciones de las autonomías a los criterios comunes para contener el avance del COVID-19. En la comparecencia posterior al Consejo de Gobierno, Verónica Casado aseguró que existe una “consonancia” entre las medidas recogidas en la orden del Ministerio de Sanidad y las que ha venido aplicando Castilla y León para rebajar la incidencia del coronavirus en algunos municipios. Además, consideró que todos los consejeros coincidieron en la necesidad de contar con unos indicadores comunes.

Por ello, la consejera reiteró que le sorprendió que no se aprobara por unanimidad las medidas que se debatieron en el Consejo Interterritorial y manifestó que se quedó “estupefacta” con el resultado de la reunión, que trató de comunicar al presidente y vicepresidente, Alfonso Fernández Mañueco y Francisco Igea, sin que fuera posible porque participaban en un encuentro con responsables de medios de comunicación.

En su opinión este miércoles falló no tener cierto nivel de “flexibilidad” para intentar abrir un plazo de 24 o 48 horas para incorporar las propuestas de las diferentes comunidades. “Aquí se está jugando con la salud y la muerte”, afirmó Verónica Casado para añadir: “Esto es muy serio”, dijo por lo que se mostró segura de que se va a tener que trabajar para aunar las posiciones, modular algunas cuestiones y retomar el consenso. La consejera remarcó que la única manera de salir de este problema sanitario es “salir juntos”. “No es problema ni de una ni de dos, sino de nación, de Estado. Esta es una situación de altísima gravedad”, dijo.

Igualmente, Verónica Casado indicó que la incidencia que se plantea de 500 casos por cada 100.000 habitantes es un umbral “mínimo” puesto que los centros europeos plantean tomar medidas a partir de 60 casos. Además, indicó que ella sigue enviando las propuestas para completar el documento del Ministerio de Sanidad para actuar en los grandes municipios, que recoge además otros dos parámetros, la ocupación en las UCI y la tasa de positividad de las PCR.

Por tanto, la titular de Sanidad defendió introducir “ajustes”, de acuerdo a las recomendaciones del comité de expertos de la Comunidad. De esta forma, planteó que se debe tener también en cuenta la existencia de transmisión comunitaria, más allá de la cifra de incidencia acumulada en 14 días, así como la tendencia que muestre la enfermedad o el impacto en la población mayor de 70 años.

En cuanto a los indicadores referidos al sistema sanitario, Verónica Casado apuntó que además de la ocupación de las UCI, la Comunidad pide que se tenga en cuenta el hospital de referencia y no la media autonómicas, así como la situación de las plantas de hospitalización. Además, sobre los aforos, consideró que se debe exigir que se cumpla la distancia de 1,5 metros “siempre”.

Por otra parte, la consejera de Sanidad planteó que se exija el uso de mascarillas para hacer deporte, que se potencie el teletrabajo, que se haga un mayor control en el transporte, tanto interurbano, como urbano, así como sobre el cumplimiento de las cuarentenas y aislamientos. En síntesis, consideró que el documento de indicadores comunes debe ser “vivo” y “dinámico”.

También, Casado avanzó que se trabaja para definir niveles de gravedad, con el fin de que cuando un municipio los alcance se conozcan las medidas que se deben aplicar. Finalmente, la consejera admitió que las comunidades presentan diferencias poblacionales y geográficas, pero abogó por la existencia de indicadores comunes. También descartó el confinamiento de algunas comunidades, porque indicó que si fuera necesario se debería aplicar a todo el país. Además, considero que todavía hay tiempo para evitar esa medida y recordó que en esta segunda ola del COVID-19 se está actuando de forma diferente a la primavera.