La Audiencia de León ha condenado a una pena de 10 años de cárcel a una mujer de 35 años, V.G.G., por simular haber sido víctima de una agresión sexual, para lo que se echó pegamento en la vagina, unos hechos de los que acusó a su exnovio por venganza.

Según la sentencia emitida por la sección tercera de Audiencia de León, en el juicio quedó acreditado que los hechos denunciados "sencillamente no tuvieron lugar" y que fue todo un montaje de la acusada con la intención de vengarse de su exnovio, que poco ante había roto la relación.

La sentencia también condena a F.V.A., de 28 años, como "cómplice criminalmente responsable" a la pena de siete meses de multa a razón de 10 euros diarios.

Tras acreditarse que todo había sido un montaje de la mujer con la intención de dañar a su expareja, V.G.G ingresó en prisión el 27 de octubre de 2016 como supuesta autora de una denuncia falsa y simulación de delito.

La mujer, vecina de Fabero (León), contó con el apoyo de un cómplice para urdir la trama, F.V.A..

La mujer había denunciado que fue secuestrada en la puerta de su casa en Fabero sobre las once de la noche del 17 de octubre de 2016 por dos cómplices de su expareja que la obligaron a entrar en un coche en el que la trasladaron a Bembibre.

Según la denuncia que presentó ante la Guardia Civil, una vez allí fue maltratada y vejada por su expareja, que, según ella, le habría echado pegamento en la vagina y posteriormente abandonado semidesnuda en el barrio de la estación de la capital del Bierzo Alto.

Ese mismo día, la mujer había solicitado el reingreso en prisión de su expareja, que había salido de la cárcel tres días antes, tras denunciar que había sido acosada por él.

Inicialmente, el titular del juzgado de instrucción número 5 de Ponferrada, Ignacio Candal, envió a prisión a su expareja, si bien días después lo dejó en libertad ante los indicios de que se trataba de una simulación de delito.

El juzgado logró pruebas de que los elementos utilizados para simular el secuestro fueron comprados por ella, que reconoció los hechos ante el juez instructor del caso.

Una cámara grabó a la mujer cuando compró utensilios que posteriormente utilizó para provocar las lesiones que alegó en su denuncia, como una media, cuchillas, pegamento y cinta adhesiva.

El cómplice, por su parte, reconoció ante el juez que ayudó a la mujer a simular su secuestro, lo que precipitó la detención de ella.

Además, de la pena de cárcel la acusada deberá hacer frente a una indemnización de 25.000 euros a su expareja y de resultar insolvente 10.000 de ellos corresponderían al segundo condenado.