La Junta de Castilla y León solicitó al Gobierno central el envío de 245 rastreadores militares, uno por cada 10.000 habitantes, para el rastreo de los contactos estrechos de casos positivos por COVID-19. La Comunidad accede así a la propuesta del Ejecutivo, que ofreció el miércoles 2.000 efectivos militares a las autonomías.

En este sentido, el Gobierno regional agradeció este ofrecimiento al Ministerio de Sanidad, que ahora estudiará la demanda de cada una de las regiones. En Castilla y León, en el caso de ser concedidos, se distribuirán proporcionalmente entre las áreas de salud según los casos declarados en los último siete días.

La petición de estos 245 efectivos se produjo después de que el vicepresidente y portavoz de la Junta, Francisco Igea, pidiera aclaraciones sobre este ofrecimiento del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, tras el Consejo de Gobierno de este jueves.

Igea manifestó que la Junta cuenta con más de 600 rastreadores y subrayó que en un posible reparto proporcional de los 2.000 profesionales ofrecidos se traduciría unos cien los que podrían corresponder a Castilla y León, si bien la petición final han sido 245. Al respecto, señaló que no quieren que se produzca la experiencia de los hospitales de campaña, sin dotación.

Entre las aclaraciones que solicita la Junta, se refirió a conocer el perfil de formación de los rastreadores y a si se integran en los equipos de la Atención Primaria del Servicio de Salud de Castilla y León.