La Junta de Castilla y León ha acordado el confinamiento de las localidades segovianas de Cantalejo y Carrascal del Río, como consecuencia de su actual situación epidemiológica por la COVID-19.

Esta circunstancia será efectiva a partir de mañana, tras la publicación de las correspondientes órdenes en el BOCyL y establece un plazo prorrogable de vigencia de catorce días naturales, según informan fuentes de la Administración regional.

Así lo ha decidido la Junta, en la misma línea de lo ocurrido días atrás con las localidades vallisoletanas de Pedras e Íscar o con la burgalesa de Aranda de Duero, cuyos vecinos llegaron a permanecer en esta situación por espacio de dos semanas.

Ante la situación epidemiológica de declaración de brotes y casos de la COVID-19 en los dos municipios segovianos citados y con el fin de evitar una posible expansión descontrolada de la infección por SARS-CoV-2, la Consejería de Sanidad ha acordado la puesta en marcha de una serie de medidas de contención en ambas demarcaciones, con el fin de contener una posible transmisión comunitaria de la enfermedad.

Esta decisión se acordado de forma coordinada con todas las administraciones implicadas, habiendo solicitado la Junta de Castilla y León su ratificación judicial.

Las órdenes correspondientes a cada uno de los municipios tendrán efectos desde este sábado, 22 de agosto, con su publicación en el Boletín Oficial de Castilla y León e, inicialmente, tiene una vigencia prevista de catorce días naturales, aunque pendiente de la decisión del juzgado, plazo que podría prorrogarse de acuerdo con la evolución de la situación epidemiológica que ha provocado la adopción de las medidas de contención.