La Junta de Castilla y León, a través de su viceconsejero de Empleo y Diálogo Social, David Martín, señaló hoy que “aún es pronto” para medir el “impacto real” del coronavirus COVID-19 en el mercado laboral tras conocerse hoy los datos de la Encuesta de Población Activa del segundo trimestre del año, puesto que esta EPA está "condicionada" al realizarse sobre "17 semanas de las que, en 16, ha estado vigente el estado de alarma" por el COVID-19.

También condiciona, como explicó Martín, una metodología que sitúa a los trabajadores en ERTE “como ocupados a efectos de la encuesta” y que “no clasifica a los trabajadores que han perdido su empleo como parados sino como inactivos”, puesto que la EPA considera “población parada a la que busca empleo activamente, y esto lo ha condicionado la suspensión de la actividad” durante los meses del estado de alarma.

Por todo ello, Martín afirmó que “la pandemia distorsiona los datos” de una Encuesta de Población Activa que arroja “la destrucción generalizada de empleo de todo el país”, con más de un millón de trabajos destruidos en España, 57.200 de ellos en Castilla y León, y con una ocupación que baja un 5,8 por ciento en la Comunidad frente al 5,4 por ciento nacional.

No obstante, y debido a las peculiaridades marcadas por la metodología de la encuesta, Castilla y León baja el número de parados en 1.200 personas, lo que supone un descenso del 0,9 por ciento, frente al crecimiento general del paro en España en un 1,66 por ciento, con 55.000 personas paradas más. Este dato refleja que Castilla y León “mantiene la tendencia de reducción del paro”, si bien Martín no llamó a “analizarlo en carácter positivo” porque, como reiteró, “la pandemia distorsiona los datos”.

Sí quiso poner, no obstante, el viceconsejero de Empleo y Diálogo Social un hecho “en positivo”. Y es que la tasa de paro de Castilla y León se mantiene como “la sexta más baja” del conjunto del país y mantiene una distancia de casi tres puntos con la media española, al registrarse un 12,35 por ciento en la Comunidad frente al 15,33 por ciento del conjunto del país.

En cualquier caso, Martín reiteró que “aún es pronto para medir el impacto de la crisis del coronavirus sobre el mercado laboral”, calculando que “la dimensión y alcance de la destrucción de empleo se vislumbrarán a partir de otoño y en 2021”, fechas en las que, para paliar esos efectos, “tendrán mucho que ver las medidas que se tomen estos meses” por parte del Gobierno nacional y los regionales.

Por ello Martín consideró necesario que el Gobierno de España “prorrogue los ERTE hasta final de año” y también calificó como “fundamentales” los “estímulos y reformas que se van a ir aprobando, como la reforma fiscal y la concesión de ayudas” para “amortiguar el golpe de las cifras”, algo que desde la Junta ya hacen con “el aplazamiento del pago de impuestos y las ayudas directas para que las empresas mantengan la actividad”, para lo que se han movilizado “500 millones de euros”.

“Ahora el reto es diseñar nuevas medidas para el escenario de recuperación”, concluyó David Martín, quien señaló que esos planes se realizarán “en el marco del diálogo social” y para lo que consideró “clave la financiación” que la Junta pueda recibir del Gobierno central, a quien reclamó “un reparto justo y equilibrado para favorecer la convergencia en los distintos territorios”.