El presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, y el vicepresidente, Francisco Igea, coincidieron ayer en que la unión de sus partidos para situarse al frente del Ejecutivo ha pasado de ser un matrimonio "por conveniencia" a una unión "por amor". Quizá porque la presencia del COVID-19, cuya crisis marcará el futuro de su alianza, no ha dado tiempo a acumular rencillas y ha forzado tanto a PP como a Cs a centrarse únicamente en combatir la pandemia.

El hecho de, obligatoriamente, trabajar unidos sin tiempo para más ha provocado que Mañueco e Igea hicieran ayer balance positivo de sus primeros 12 meses gobernando la comunidad. Un repaso en el que destacaron la "cohesión" y unión del gabinete, que afronta con "determinación" el proceso de modernización y cambio de Castilla y León con el coronavirus como enemigo actual y común.

El vicepresidente de la Junta destacó que la coalición ha funcionado "a la perfección" y añadió que no contempla otro escenario que terminar la legislatura y cumplir el Pacto de Gobierno, cuya ejecución en su opinión va "muy bien", puesto que antes de la pandemia ya se había iniciado la ejecución del 80% de sus 100 medidas. De esta forma, ante la oferta del PSOE a la líder de Cs, Inés Arrimadas, Igea aseguró que si no tienen su teléfono él está dispuesto a proporcionárselo.

Fernández Mañueco defendió que su Gobierno está "cohesionado" y que la adversidad les ha hecho trabajar como un equipo "perfectamente sincronizado", en el que cada uno sabía lo que tenía que hacer, que era -recordó- cumplir con su responsabilidad y ayudar a las titulares de Sanidad y Familia, Verónica Casado e Isabel Blanco, así como al vicepresidente.

De la misma forma, el presidente indicó que las decisiones que se adoptan en el Consejo de Gobierno se toman por unanimidad y señaló que no han existido vetos en el gabinete. "Trabajamos y tomamos decisiones pensando en lo mejor de las personas de Castilla y León. Otros están en lo suyo, la Junta en lo de todos", afirmó.

Al hilo de esto, Igea agradeció haber sentido siempre "la lealtad, apoyo y amistad", de Mañueco, aunque añadió: "No se lo que pasará cuando esta Legislatura acabe". Halago que el presidente devolvió señalando: "Me he sentido respaldado por él y él por mí, esa unión es especialmente importante", dijo.

De todo el año, Mañueco señaló que lo más difícil fue la pandemia y reconoció que la dimisión de Barrios fue "dolorosa en lo personal", pero destacó también el trabajo de su sucesora, Carlota Amigo. Igualmente, el presidente destacó el "buen ambiente" y se mostró satisfecho con la acción de Gobierno.

Igea, por su parte, destacó que han pasado una "dura" prueba, con meses de "angustia y zozobra", en los que confió en haber estado a la altura, aunque es consciente que "se han cometido errores".

La sintonía, propia de recién casados, se mantiene en un Gobierno con legislatura por delante para demostrar que su amor no es fruto de exigencias y puede hacer crecer a una región necesitada de cariño.