El consejero de Cultura y Turismo, Javier Ortega, y la directora general de Turismo, la zamorana Estrella Torrecilla, presentaron ayer el sello "Turismo de confianza", promovido por la Junta de Castilla y León como alternativa gratuita al marchamo de pago "Safe Tourism Certified" lanzado por el Instituto para la Calidad Turística Española a nivel nacional y que tiene un coste de entre 300 y 800 euros. El objetivo de esta propuesta, señaló Ortega, es "que el turismo de la comunidad recupere lo antes posible su fortaleza y liderazgo, en las mejores condiciones posibles de seguridad para los viajeros". Hasta el momento otras autonomías como Andalucía, Galicia, la Comunidad Valenciana o Cataluña ya han puesto en marcha sus propios sellos.

De manera voluntaria, podrán solicitar este distintivo hoteles, albergues, campings, alojamientos rurales, restaurantes, agencias de viaje, turismo activo y ecoturismo, guías y oficinas de turismo de la autonomía, siempre que cumplan con el protocolo específico de su actividad, aprobado por la Secretaría de Estado de Turismo en las once guías que ya están disponibles para el sector. Entre otras cuestiones, deberán contar con mecanismos de información a la plantilla en la implantación de las medidas marcadas por Sanidad; tendrán que disponer de un compromiso explícito de la dirección de la empresa o entidad en materia de seguridad y confianza turística; y tener un protocolo conocido por todos los trabajadores, para actuar en el caso de que se observen clientes o empleados con sintomatología compatible con el COVID-19, siguiendo en todo caso las directrices para la prevención de riesgos laborales y de las autoridades sanitarias. El sello tendrá tres fases en su implantación. La primera de ellas será la evaluación, que tendrá que ser realizada por el propio establecimiento, firmando una declaración responsable de cumplimiento, que enviará a la Consejería. Una vez presentada la declaración responsable, sin más preámbulos se otorgará el sello a aquellos establecimientos que cumplan los requisitos establecidos para el subsector al que pertenecen. En esta fase, se establecerá un sistema por el que el turista se convertirá en "validador" del sello y podrá comunicar sus quejas y sugerencias.

Finalmente, se definirá el sistema de auditoría de modo que aquellos establecimientos que obtengan malas puntuaciones por "cuatro o cinco" clientes, recibirán la visita de un auditor especializado en el reglamento del sello y evaluará la situación para decidir su mantenimiento o retirada. "El sello no tendrá efecto sancionador", explicó Torrecilla.

Aforos al 50%

La directora general confirmó que han trasladado a la Secretaría de Estado para el Turismo la petición de la Asociación de Hostelería de Castilla y León de que en la fase 2 los aforos de estos establecimientos puedan elevarse del 40 por ciento fijado en la actualidad al 50 por ciento, una medida que a su juicio permitiría seguir manteniendo las distancias de seguridad.