Un fondo extraordinario no reembolsable, financiación de la Unión Europea y un nuevo marco de estabilidad presupuestaria que incluya déficit y deuda acorde a la nueva situación. Son las peticiones que ha puesto sobre la mesa el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, que ha participado este jueves en la Comisión de Comunidades Autónomas celebrada en el Senado. Se trata de la misma petición de solidaridad que el Gobierno solicita a la Unión Europea. Además, Castilla y León "justificará cada euro que llegue, que no quepa duda", subraya el presidente autonómico. En la misma línea, Mañueco reclama que, para seguir ejerciendo sus competencias con la misma eficacia que hasta ahora, la Junta necesita "más recursos, puesto que son las comunidades autónomas las que están sufragando el incremento de gasto en sanidad o servicios sociales".

Mañueco ha aprovechado su comparecencia en la comsión para subrayar que la crisis sanitaria "ha probado que el Estado Autonómico ha sabido responder, actuando con lealtad con el Gobierno de España, apoyando sus decisiones pero también siendo exigentes y haciendo propuestas". Una respuesta ejercida "a través de un sistema de salud público y unos servicios sociales que están dando la talla".

El presidente de Castilla y León ha puesto la lupa en las residencias públicas de personas mayores, "con el 70% de ellas limpias de contagios, con medidas como la monitorización de 1.200 y la creación de un grupo de trabajo para un nuevo modelo de gestión".

Ante estos datos y "teniendo en cuenta que Castilla y León ha sabido ejercer sus competencias", Fernández Mañueco sostiene que el Estado "debería contar con recursos suficientes para ejercer las suyas en todo el territorio, con medios humanos y materiales", sin obviar la necesidad de "reforzar la coordinación" En este punto, ha demandado órganos de interlocución estables y operativos, que se reúnan con regularidad, "como son el Senado, las Conferencias Sectoriales, o la Conferencia de Presidentes, así como el Consejo de Política Fiscal y Financiera, que lleva desde el mes de febrero sin reunirse".

En cuanto al plan de desescalada anunciado por el Gobierno, el presidente del Ejecutivo autonómico ha afirmado que tiene en consideración algunas de las propuestas de Castilla y León, como que se distancien cada fase 15 días, lo que permite evaluar las medidas que se van adoptando. Además, toma en cuenta que se abra no sólo al ámbito geográfico de la provincia sino que pueda bajarse al ámbito de la zona básica de salud. Según ha destacado Fernández Mañueco, desde el punto de vista sanitario, es en este ámbito geográfico donde mejor se puede controlar el número de contagios, garantizar la trazabilidad y aislar esos casos. Y además, conlleva una mayor implicación de los alcaldes y de otros agentes de cada zona.

No obstante, ha señalado que en este plan aún queda mucho trabajo que hacer con las comunidades autónomas, y que es fundamental que el Gobierno ofrezca más certidumbres y concreciones en determinadas medidas. En concreto, se ha referido a la limitación de aforo en el sector de la hostelería. En este sentido, ha explicado que la distancia social es un criterio reconocido por todos, por lo que lo que ha considerado que muchos negocios podrían abrir en mayor o menor porcentaje siempre que se respetara esa distancia entre personas.