La modificación del impuesto de Sucesiones y Donaciones iniciada por la Junta de Castilla y León, con una reducción del coste entre familiares directos del 99%, supondrá un ahorro estimado para los contribuyentes de la Comunidad de 17,4 millones de euros para esta anualidad y de 34,6 millones de euros en 2021.

Así lo ha destacado el consejero de Economía y Hacienda de la Junta, Carlos Fernández Carriedo, en su visita a Salamanca para participar en una reunión con el Servicio Territorial de Hacienda en la provincia.

El Proyecto de Ley aprobado por el Consejo de Gobierno de la Junta y que pasará por el pleno la próxima semana supondrá, una vez aprobado, la bonificación del coste fiscal en el que se encuentran sometidas las adquisiciones de bienes y derechos por herencia o donación entre familiares directos, cónyuge, descendientes y ascendientes.

La medida, según las estimaciones elaboradas en base a los contribuyentes de 2018 y que ha señalado Fernández Carriedo en Salamanca, puede beneficiar a entre 5.000 y 15.000 ciudadanos de la Comunidad, una cifra que varía, tal y como ha explicado, por la posibilidad de incrementarse el número de interesados en hacer la donación, o salir a la luz aquellos que hasta ahora permanecían ocultos porque "no se presentaba la declaración".

Por otra parte, en respuesta a los medios, el consejero ha mostrado su deseo de que esta medida "sirva de ejemplo" al Gobierno de España, al que ha criticado por buscar "lo contrario" y promover "una subida de impuestos. "Es bueno bajar impuestos para favorecer el crecimiento económico y la creación de empleo", ha añadido en unas manifestaciones en las que, como contraposición, ha remarcado que poner en marcha un incremento en estos costes fiscales suponen "contracción económica, un menor crecimiento y una menor recaudación".