El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y líder de Cs en esa Comunidad, Francisco Igea, aplaude el giro al centro que se plantea en el documento de estrategia elaborado por la gestora de su partido aunque critica la falta de cambios en la estructura y la falta de participación de los militantes en la designación de sus órganos de gobierno.

En un artículo de opinión de Igea que este lunes publica "El Confidencial", este critica que se creen "dos nuevos órganos -la Convención y el Consejo de Coordinación Territorial- que son meramente cosméticos", órganos "deliberativos", "sin poder ejecutivo real, ni siquiera para fijar los asuntos a deliberar".

"Todos los órganos del partido dependen del presidente" y "no existe, pues, participación alguna de los militantes, ni a nivel provincial ni autonómico, en la designación de sus órganos de gobierno. Desaparece, por tanto, el concepto de rendición de cuentas", arguye Igea.

El líder de Cs en la Comunidad, que no hace ninguna referencia en el artículo a si mantiene su intención de competir en las primarias si no ve avances en las propuestas de su partido, sostiene que de acuerdo a la propuesta estatutaria "los cargos solo rinden cuenta ante la ejecutiva, lo que provocará sin duda que quienes quieran progresar en el partido estén más atentos al dedo que los designa que a la voluntad de los militantes en el territorio".

Igea valora que el documento de estrategia recoja "adecuadamente la necesidad de reorientar el partido al centro y plantear la posibilidad de pactos con los partidos constitucionalistas, excluyendo y tratando por igual a los populistas de ambos extremos".

Pero cree que "faltan referencias" al "surgimiento de partidos provinciales" por "el desapego de los ciudadanos de la España olvidada de los partidos tradicionales"; y también un análisis más detallado por autonomías y las circunstancias que en cada una "condicionan" las decisiones en ellas.

El líder de Cs en Castilla y León pide además a su partido que reflexione sobre si el documento estatutario "refleja bien el espíritu de un partido que se dice liberal", ya que a su juicio la propuesta de Estatutos "está más cerca del modelo de centralismo democrático de lo que debería ser la vida de un partido liberal del siglo XXI".

Igea destaca asimismo que el régimen disciplinario ocupe diez páginas del total del documento, con un catálogo de faltas que hace múltiples referencias "a delitos de opinión", de forma que "cualquier manifestación grave de discrepancia con el partido" es constitutiva de "falta grave o muy grave".