La presa de Aldeadávila, propiedad de Iberdrola, es uno de los escenarios de la nueva película de la saga hollywoodiense, Terminator presente en la gran pantalla desde el 31 de octubre, con la sexta entrega de la afamada superproducción cinematográfica, "Destino Oscuro".

La nueva entrega supone la vuelta de James Cameron como productor para continuar la saga desde Terminator 2: El juicio final, estrenada en 1991, dejando atrás todo lo acontecido en las posteriores películas. Además, la nueva producción está protagonizada por los actores de más éxito de la saga, el ya habitual Arnold Schwarzenegger encarnando al mítico y letal cyborg y Linda Hamilton, como Sarah Connor.

Esta instalación hidroeléctrica, enclavada en el impresionante cañón del tramo inferior del río Duero en el Parque Natural de Arribes del Duero, a su paso por la provincia de Salamanca, con más de medio siglo a sus espaldas, cuenta con 140 metros de alto por 250 metros de ancho y es capaz de embalsar 115 hectómetros cúbicos en una superficie de 368 hectáreas, equivalente a casi 97 estadios como el Bernabéu.

Iberdrola informa que el rodaje en la presa, que tuvo lugar en junio de 2018, contó con la participación de cerca de 200 personas, de las cuales una veintena pertenecen a la localidad salmantina de Aldeadávila, contratadas para los preparativos de las escenas y el rodaje. Asimismo, miembros de la plantilla de la central hidroeléctrica de Iberdrola intervienen como extras en la película.

Las secuencias rodadas en este paraje cuentan con un relevante despliegue de medios tecnológicos de última generación, incluidos drones y cámaras de alta velocidad para afrontar la grabación de las escenas más complicadas.

Aldeadávila, un escenario de cine

Esta instalación hidroeléctrica sigue sorprendiendo por su grandeza y por el lugar en el que fue construida, en una zona escarpada de rocas de granito cuya belleza atrae a centenares de visitantes cada año y que ya ha servido de escenario principal en producciones cinematográficas tan reconocidas como Doctor Zhivago, ganadora de cinco Oscar y otros tantos Globos de Oro, y la española La Cabina, de Antonio Mercero.

Más recientemente, en 2016, se convirtió en protagonista de la campaña que la empresa japonesa Fujitsu lanzó bajo el lema The world is your workplace /El mundo es tu oficina. Centraba su minuto de duración en subrayar la libertad de trabajar con su nuevo modelo de ordenador portátil, mostrando cómo cuatro empleados saltaban de su oficina a los paisajes naturales más llamativos de España, a los que podían acceder a través de la máquina.

La central de Aldeadávila es una de las mayores generadoras de energía eléctrica en España, puesto que su producción supone más del 10% de la generación media hidroeléctrica del país, suficiente para abastecer a 250.000 hogares. Además, ahorra la emisión anual de 1,3 millones de toneladas de CO2. La estructura principal de esta planta hidroeléctrica figura bajo tierra: cuenta con 12 kilómetros de túneles de 12 metros de ancho por 8 metros de alto.

Apuesta por las energías renovables/verdes

Apuesta por las energías renovables/verdesLa apuesta de Iberdrola por las energías limpias comenzó con la construcción de los Saltos del Duero y, después de más de un siglo, ese compromiso se ha hecho aún mayor, como lo demuestra el hecho de que la empresa sea en la actualidad líder mundial en energía eólica.

El caudaloso río Duero, a pesar de ser vehículo de transporte durante largas épocas, ocultaba, en su tramo inferior, un tesoro inimaginable en forma de energía. Fue el ingeniero José Orbegozo quien, después de estudiar el río y vislumbrar la totalidad del cañón, se dio cuenta de las enormes posibilidades del tramo internacional y de la magnitud del proyecto.

Éste consistía en construir saltos poderosos que aprovecharan la fantástica caída del agua y crear grandes embalses en los ríos Esla y Tormes. Dichos embalses regularían el caudal y garantizarían la producción de las potentes centrales que se instalasen aguas abajo, bien en el tramo nacional o internacional del Duero, que, en la misma frontera entre España y Portugal, y a lo largo de 160 kilómetros de curso, ofrecía un desnivel de 400 metros.

El nacimiento de la presa de Aldeadávila representa uno de los hitos más importantes de la historia ya más que centenaria en España de Iberdrola, una historia que es la suma de los esfuerzos de varias generaciones de hombres de empresa que han sabido aprovechar, en cada momento, las oportunidades del mercado eléctrico, con el objetivo último de dar respuesta a las demandas de desarrollo industrial y de bienestar de la sociedad.