El secretario general de CC OO en Castilla y León, Vicente Andrés, advirtió hoy al presidente de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, que ahora cuenta "con 85.000 trabajadores cabreados y enfadados con su jefe" y eso "puede deteriorar la calidad de los servicios públicos".

"Que se siente a negociar para no cronificar este malestar durante mucho tiempo", dijo en relación a la huelga convocada ayer para exigir las 35 horas semanales para los empleados públicos.

Andrés expuso que la protesta de ayer "es parte de una serie de acciones continuadas en el tiempo" y afirmó que el escenario no cambia "por parar un día la Administración".

"Esto no es Renault, que se para un día y se provocan pérdidas económicas a la empresa. Aquí por un día no pasa nada, más allá de retrasos, y a excepción de en Sanidad", sostuvo.

El dirigente sindical recordó que la Junta "es empleador y tiene una problemática seria y debe cumplir lo que firmó".

Recordó que los sindicatos y la patronal Cecale negocian 184 convenios colectivos en Castilla y León y en "algunos casos también acaba en conflicto y movilizaciones".

El secretario autonómico analizó el proceso del Diálogo Social y deseó que la Junta "no intoxique" la negociación con la problemática de la aplicación de las 35 horas entre los empleados públicos, ya que

"son dos campos distintos". "Ha quedado claro que el Gobierno regional, como patrono, no tiene credibilidad. Como prestador de servicios veremos...", indicó Andrés, quien defendió el derecho de huelga general ejercido ayer por los trabajadores de la Administración regional, que sirvió para "lanzar a la sociedad un mensaje de Gobierno incumplidor".