La consejera de Sanidad, Verónica Casado, asumió ayer que deben mejorar la motivación de los profesionales porque se han podido sentir en "cierto sentido maltratados" y la socialista Inmaculada García le acusó de "criminalizar" a los médicos rurales en relación con los urbanos.

"Estoy aquí para mejorar la sanidad, los profesionales son la primera línea de fuego", aseguró Verónica Casado, hasta hace tres meses médico en el centro de salud de Parquesol, en su respuesta en el pleno de las Cortes a la pregunta de García en relación a cómo se trata a los profesionales sanitarios.

Casado reconoció falta de "motivación" y abogó por medidas como fidelizar a través de los concursos de traslados abiertos y permanentes y de oposiciones, mientras que García pidió que se aplique la jornada de 35 horas para evitar la "huida" de talento.

No aceptó la titular de Sanidad que se "criminalice" a los sanitarios rurales por su número menor de tarjetas que los urbanos y García incidió en su malestar por los recortes y el desplome de plantilla, a la vez que aprovechó la pregunta para pedir que se depuren responsabilidades por la calidad del catering servido a los profesionales.

La consejera de Sanidad invitó a los miembros del PSOE de Castilla y León a ser "valientes" con las reformas que a su juicio necesita la Atención Primaria de la comunidad, puesto que señaló que los cambios buscan dar "sostenibilidad" al sistema, ya que de lo contrario, dijo, desaparecerá en cinco o diez años.

En la sesión de control al Ejecutivo, el procurador socialista Diego Moreno rechazó que los socialistas se vayan a convertir en "cómplices" de la Junta para liquidar la sanidad. "Han cambiado las cosas a peor", afirmó el leonés tras preguntar a la titular de Sanidad si considera que los ciudadanos del medio rural merece menos servicios o de peor calidad que los que viven en el medio urbano.

La consejera replicó que ella lo que va a hacer es "obedecer" a la ministra en funciones de Sanidad, María Luisa Carcedo, así como al Marco Estratégico para la Atención Primaria, ya que argumentó que está desplegando las propuestas de la "a a la f". Sin embargo, Diego Moreno señaló que más de 70.000 familias de pequeños pueblos se han visto afectados por los planes de la Consejería.

Y el presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, pidió ayer al portavoz del Grupo Socialista, Luis Tudanca, que ponga día y hora para sentarse y hablar de un pacto por la sanidad, y acusó al líder socialista, al que achacó cinco errores, de comportarse como un "niño enrabietado".

En la sesión de control en las Cortes, el socialista Luis Tudanca le preguntó si considera que está resolviendo los problemas de la sanidad en la comunidad y Fernández Mañueco respondió: "Sí, estamos trabajando intensamente para mejorar la sanidad", para expresar después el respaldo de su Gobierno y de él mismo a la titular de Sanidad, Verónica Casado, en su plan de ordenación de la Atención Primaria.

Tudanca recordó al presidente que la competencia de sanidad es de la Junta y subrayó que los "desastres" de la asistencia han sido provocados por los que han gobernado, el Partido Popular, del que aseguró que parece que ahora a Fernández Mañueco no le "incumbe".

En su enumeración de errores se refirió a relevos de jefes de hospitales, al plan piloto de Atención Primaria de Aliste, al aumento de las listas de espera o a la pugna diálectica entre el portavoz del PP, Raúl de la Hoz, y el vicepresidente de la Junta, Francisco Igea, después de que el primero pidiera a la Junta que hiciera algo sobre la demora.

Cuatro oposiciones

Por último, el consejero de la Presidencia, Ángel Ibáñez, anunció ayer la convocatoria de cuatro procesos selectivos antes de que termine este año en los que se convocarán 555 plazas, de ellas 500 de estabilización en un procedimiento en el que el 40 por ciento será concurso de méritos y el 60 de oposición.