Los empleados público de Castilla y León cargaron hoy contra la Junta por “cambiar las reglas del juego” y denunciaron que pretenda que los acuerdos ya firmados para establecer una jornada laboral de 35 horas se conviertan en “papel mojado” por la llegada de un nuevo Ejecutivo a la comunidad.

Por ello, y tras la reunión celebrada ayer con la Junta, a la que no se llegó a un acuerdo, este mediodía se concentraron a las puertas del Hospital Río Hortega de Valladolid para reiterar su petición de aplicación de la jornada de 35 horas.

El colectivo lamentó que la Junta se escude en problemas de financiación y de calidad asistencial para “tratar de aplazar lo inaplazable” pero “disfrazándolo con excusas” como la falta de profesionales o el elevado coste que supondría.

Sin embargo, estimaron que no se está hablando de los “beneficios” que generaría la jornada de 35 horas, tales como la creación de empleo, el asentamiento de población en una comunidad “tan necesitada de cotizantes”, la conciliación de la vida laboral y familiar o la mejora en la calidad de los servicios públicos.

Los sindicatos UGT, CCOO y CSIF insistieron en que la base de cualquier negociación es “el cumplimiento de lo firmado”, por lo que advirtieron de que seguirán luchando por la mejora de las condiciones sociales y laborales de todos los empleados públicos de Castilla y León.

Como ya han venido declarando, lo primero que esperan del Gobierno autonómico es “una fecha concreta” para la aplicación de esta medida acordada el pasado mes de mayo.

Los sindicatos reconocieron estar dispuestos a “negociar” el contenido de la normativa necesaria y los calendarios laborales para esa aplicación, pero subrayaron que ya se acordó con la Junta la recuperación de la jornada de 35 horas semanales desde el 1 de junio de 2019, mientras que el actual “incumplimiento” ha “minado completamente la confianza”, explicaron.