La Policía ha iniciado una investigación después de que una trabajadora de la empresa Konecta, en Valladolid, haya descubierto en los baños de mujeres una cámara oculta que se encontraba grabando en el momento del hallazgo.

Los sindicatos han criticado la respuesta ofrecida por la empresa a raíz de detectarse el dispositivo, ya que al parecer los jefes pidieron a la trabajadora que no contara lo ocurrido para tratar de dar con el responsable de forma interna, aunque finalmente ha sido la compañía la que ha presentado la denuncia.

En un comunicado, Izquierda Unida de Castilla y León ha censurado este viernes este ataque "contra la intimidad y la dignidad de las mujeres trabajadoras" y ha pedido una actuación "contundente" de las instancias policiales, la Inspección de Trabajo y Protección de Datos.

IU ha recordado que la empresa es responsable de este tipo de situaciones y que la Ley de Protección de Datos prohíbe expresamente la instalación de sistemas de grabación de sonidos ni de videovigilancia en lugares destinados al descanso o esparcimiento del personal, tales como vestuarios, aseos, comedores y análogos.

Este partido ha considerado "execrables" estos hechos y ha añadido que "Gran Hermano no puede estar presente" en los centros de trabajo.EFE