Un grito contra la despoblación y la falta de oportunidades recorría ayer los territorios de Castilla y León, que se sumó al paro simbólico de cinco minutos, convocado por la Coordinadora de la España Vaciada, para exigir soluciones a la crisis demográfica que afecta a la comunidad, así como a otras zonas del país. Las reivindicaciones sonaron con fuerza en las plazas de pueblos y ciudades junto a las campanas de las iglesias. Partidos políticos, dirigentes nacionales y de la comunidad, así como organizaciones agrarias, secundaron la protesta con la que exigieron un pacto de Estado que ofrezca soluciones para hacer frente al reto demográfico. Seis meses después de la masiva manifestación que recorrió las calles de Madrid y en un clima de precampaña, las concentraciones principales en Ávila, Burgos y Segovia se celebraron frente a la sede de las diputaciones, pero también en pueblos de estas provincias. En localidades como Murias de Ponjos, en la comarca de Las Omañas (León), las campanas pusieron sonido al paro de la España vaciada. A las puertas de las Cortes, procuradores de los grupos Socialista, Popular, de Ciudadanos y Por Ávila se concentraron para expresar su apoyo al paro de la España Vaciada. Otros eligieron las puertas de sus centros de trabajo o las redes sociales para secundar la movilización "#YoParoPorMiPueblo".

Sin siglas políticas

Desde Ávila, representantes de los partidos políticos en la Diputación y sus trabajadores salieron a las puertas de la institución provincial para extender una pancarta en la que mostraron su "orgullo de ser abulenses" y ante todo que están "unidos por el reto demográfico".

En nombre de todos ellos el presidente, Carlos García, aclaró que desde la "casa" secundaban el paro "por algo muy importante y es que el problema de la despoblación y del reto demográfico no entiende de siglas, no entiende de partidos políticos", y por eso estaban todos reunidos (tanto representantes del PP, como de PSOE y Por Ávila, solo faltaba el portavoz y vicepresidente de Ciudadanos, Pedro Cabrero que no pudo aplazar una reunión en Valladolid y que excusó su ausencia).

También, la presidenta del Bloque Joven Rural de Palencia, Jessica Abia, solicitó en Revenga de Campos que las administraciones pongan "menos trabas burocráticas a la hora de establecer un negocio en el medio rural" que, recordó, tras sonar durante cinco minutos las campanas del municipio, en solidaridad con la Coordinadora de la Revuelta de la España vaciada, que "se facilite el acceso a la vivienda, dado que la oferta es limitada y los precios son muy elevados por domicilios deteriorados".

Desvertebración

Igualmente, varias decenas de personas se concentraron frente al Palacio de la Diputación de Burgos para visibilizar el problema de la España Vaciada, en un acto simbólico convocado a nivel nacional y, en este caso, por la Plataforma contra la Despoblación en Burgos, conformada por una veintena de asociaciones. La Plataforma Soria ¡Ya! aprovechó el paro para reclamar hoy en la plaza Mayor de la capital soriana un pacto de Estado contra la despoblación y en el que se marquen acciones concretas al margen de los vaivenes políticos. El colectivo aseguró que además de luchar contra la despoblación, también hay que atajar "la desvertebración territorial de España y la creciente desigualdad de oportunidades entre ciudadanos españoles".

El paro de cinco minutos, acompañado de concentraciones fue secundado en 23 provincias y la plaza del Torico de Teruel, el silencio de la concentración solo se rompió por el tañer de las campanas.La Coordinadora de la España Vaciada estimó que 300.000 personas secundaron el paro silencioso .Solo en la provincia soriana, la Plataforma ¡Soria! contabilizó unas 500 concentraciones. A su juicio, en las 23 provincias de la España Vaciada se han celebrado 10.000 concentraciones con una media de 30 personas cada una.

En la provincia de Soria se desarrolló medio millar de concentraciones silenciosas, en las plazas mayores de muchas poblaciones, en los colegios, en comercios, en administraciones y las empresas, entre otros. En Teruel, por ejemplo, fueron 1.000 las movilizaciones. A ellas se suman las protagonizadas por personas vinculadas al territorio que han realizado el paro ciudadano en otras ciudades fuera de la España Vaciada.