Todos los hospitales de Castilla y León con Unidad de Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) cuentan ya con servicio de guardias localizadas, una decisión que forma parte de un plan de mejora puesto en marcha por la Consejería de Sanidad y cuyo proyecto incluye también otras medidas como la redistribución de las unidades de referencia o la creación de un plan de contingencia, para garantizar que todos los ciudadanos de la Comunidad tengan acceso a estos servicios en el momento que lo necesiten, según un comunicado de la Junta.

La comunidad dispone de un amplio desarrollo de los servicios de Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) con la presencia de unidades formadas por profesionales dedicados exclusivamente a este área en cinco hospitales de la Comunidad, aquellos que se clasifican como centros asistenciales de Nivel III y IV. Esos son los complejos asistenciales de Burgos, León y Salamanca, el Hospital Universitario del Río Hortega y el Hospital Clínico Universitario de Valladolid.

Estos hospitales disponen ya, desde este mes de mayo, de un servicio de guardias localizadas en RVI. El objetivo de esta iniciativa es asegurar la prestación urgente de este servicio a los ciudadanos de la comunidad siempre que precisen esta atención.

La Radiología Vascular e Intervencionista es un área de la especialidad médica de radiodiagnóstico, que se caracteriza por el empleo de técnicas y procedimientos de imagen para lograr resultados clínicos de un modo mínimamente invasivo. Por esto y por la llegada de múltiples avances de investigación clínica y experimental, así como por el desarrollo de nuevos métodos, técnicas, materiales y fármacos, su aplicación terapéutica ha sufrido un gran incremento en los últimos años, representando un importante porcentaje dentro de la actividad que se realiza en los Servicios de Radiología de los centros asistenciales de Sacyl.

La RVI puede beneficiar a los pacientes con su aplicación tanto en el área diagnóstica (arteriografías, flebografías, endoscopias biliares y urológicas, biopsias, etc.), como en la terapéutica (se utilizan, por ejemplo, en el tratamiento de atologías hemorrágicas producidas por agentes traumáticos, malformaciones vasculares cerebrales o accidentes cerebrovasculares hemorrágicos; o en el abordaje de la patología neoplásica con el bloqueo de arterias que irrigan los tumores). Gracias a estas técnicas se disuelven coágulos sanguíneos o se realizan procedimientos de inserción de drenajes, entre otros usos.

Por lo tanto, debido a la importancia creciente que la Radiología Vascular e Intervencionista (RVI) adquieie dentro de la cartera de servicios del Sistema Regional de Salud, se ha puesto en marcha un Plan de Mejora de la Radiología Intervencionista en Castilla y León. Dentro del mismo se amplía el establecimiento de guardias localizadas a todos los hospitales de referencia en la Comunidad en este campo, ya que, hasta el momento, solo se realizaban en los complejos asistenciales de León y Salamanca y en el Clínico de Valladolid.