La Fiscalía y las acusaciones del juicio que se celebra en la Audiencia Provincial de Valladolid por el crimen de la pequeña Sara en agosto de 2017, elevaron hoy a definitivas sus conclusiones y mantuvieron para Davinia M.G., madre de la menor, y para su expareja sentimental, Roberto H.H., acusado de ser el autor material de los hechos, su petición de prisión permanente revisable por la violación y el asesinato de la pequeña.

A la espera de los alegatos finales, previstos para mañana, en la jornada de hoy los facultativos del Instituto Nacional de Toxicología que analizaron las muestras tomadas por los médicos forenses de Valladolid, confirmaron que bajo las uñas de la pequeña encontraron restos celulares del acusado.

Gracias a esta prueba, las acusaciones sostienen que la niña llegó a defenderse de la brutal agresión que sufrió, provocando pequeñas heridas en las manos y los antebrazos de Roberto H.H., lesiones que su defensa achaca a su profesión de mecánico.

También declararon los responsables del Laboratorio Biológico-ADN de la Comisaría Central, que analizaron varias pruebas remitidas por la Policía Científica de Valladolid.

Aunque en sus estudios no encontraron ni sangre ni restos de ADN bajo las uñas de la menor, si que confirmaron que los pelos aparecidos en un pijama corto del acusado pertenecían a Sara, y que en esta misma prenda se descubrieron restos de sangre de la niña, así como en la paredes de su dormitorio y tanto en las sábanas de su cama como en la cama de matrimonio.

Fuentes judiciales explicaron a la Agencia Ical que no hay ninguna contradicción entre los resultados de la prueba del Instituto de Toxicología y la que realizó el Laboratorio Biológico de la Policía, dado que son métodos diferentes.