El director general de Iberaval, Pedro Pisonero, reconoció hoy en Valladolid que el tamaño de las empresas es un problema a la hora de innovar porque las compañías europeas, como las alemanas, tienen un tamaño mayor que les permite apostar por la Investigación y el Desarrollo (I+D).

A su juicio, el tamaño es la principal diferencia entre las pymes españolas y de Castilla y León y las de otros países del entorno. "La innovación se hace igual de bien en Íscar que en la Baja Baviera", señaló mientras ponía el ejemplo de la empresa Moldeados de Caucho, radicada en la provincia de Valladolid y que ha contado con la financiación de la sociedad de garantía.

Pese a esas dificultades, Pisonero aprovechó la jornada "El ecosistema empresarial de Castilla y León. Instrumentos financieros al servicio de la pyme", organizada por Iberaval, para asegurar que la sociedad de garantía trabaja para "ser útil".

Citó una de las fórmulas planteadas por la administración para apoyar los proyectos innovadores a través de los instrumentos financieros (IIFF), en un momento en que la comunidad pasó ser una región Objetivo 1 a Objetivo 2.

Reconoció que su puesta en marcha fue "terriblemente complejo" porque Castilla y León fue pionera en España en ofrecer esta financiación, a través del Instituto para la Competitividad Empresarial (ICE). De esta manera, se crearon instrumentos que permiten poner más riesgo en proyectos viables. "Hay una vía para invertir pese a que la incertidumbre llega por tierra, mar y aire", apuntó.

El jefe de área de Análisis y Evaluación de Proyectos del ICE de Castilla y León, José Miguel Hernández, valoró las "muchas" ventajas de los IIFF que se desarrollan en la Comunidad con carácter reembolsable, tanto de crecimiento empresarial como de I+D. Explicó que es la "contraposición" a las subvenciones, que tenían un problema claro ya que no se cobraban hasta la finalización de la inversión que había que justificar.

En cambio el instrumento financiero se recibe desde el primer momento porque "tienes el dinero en el bolsillo y puedes trabajar con él". Hernández subrayó los beneficios de este tipo de préstamos porque logran una inversión inducida 3,5 veces superior al importe invertido, aunque se dispara 11 veces más en el caso de los IIFF tecnológico.