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La deuda pública de Castilla y León cerró 2018 en los 12.360 millones de euros, lo que supone un 4,12 por ciento más que en 2017, cuando se situó en los 11.870 millones, puesto que creció en 490 millones. No obstante, se aleja del máximo registrado en el tercer trimestre del pasado año, cuando alcanzó los 12.473 millones, al recortarse en los últimos tres meses un 0,9 por ciento, 113 millones menos, según los datos publicados ayer por el Banco de España.
Asimismo, la información del regulador indica que Castilla y León es la novena autonomía más endeudada, con un 20,9 por ciento del Producto Interior Bruto (PIB), frente al 24,3 por ciento de media de todas las comunidades, cuya deuda creció hasta los 293.000 millones de euros en diciembre de 2018, un 24,3 por ciento del PIB, con un aumento interanual del 1,7 por ciento.
Por comunidades, la más endeudada es la Comunidad Valenciana, con un 41,7 por ciento del PIB, seguida de Castilla-La Mancha, con un 35,4 por ciento; Cataluña, con 34 por ciento; la Región de Murcia, con un 29,3 por ciento; las Islas Baleares, con un 28 por ciento; Extremadura, con un 24 por ciento; Cantabria, con un 23,3 por ciento y Andalucía y Aragón, con un 22 por ciento.
Además, la Junta de Castilla y León cumplió con el objetivo de déficit en 2018 marcado por el Gobierno, ya que cerró el ejercicio con una desviación del 0,23 por ciento, cuando estaba fijado en un máximo del 0,4 por ciento del PIB, según los datos que dio a conocer ayer la ministra de Hacienda, María Jesús Montero. En concreto, la comunidad registró unas necesidades de financiación de 135 millones de euros, cuando el año anterior, 2017, requirió 564 millones, el 0,99 por ciento del PIB, lo que supuso que incumpliera el objetivo, fijado en el 0,6 por ciento, lo que le obligó a elaborar un Plan económico-financiero (PEF) para 2018-2019, que fue aprobado por el Consejo de Política Fiscal y Financiera el 31 de julio del año pasado.
Prácticamente todas las comunidades autónomas mejoraron su saldo respecto al año 2017. De hecho, 15 de ellas cumplieron el objetivo de déficit, cinco de las cuales cerraron 2018 con superávit. En concreto, lograron superávit Canarias (947 millones), 2,05 por ciento de su PIB; País Vasco (507 millones), 0,68 por ciento; Navarra (112 millones), 0,55 por ciento; Galicia (104), 0,17 por ciento; y Asturias (13), 0,05 por ciento. Además, en Extremadura se alcanzó el equilibrio presupuestario.
A costa de la sanidad
El portavoz de Hacienda del Grupo Parlamentario Socialista en las Cortes de Castilla y León, José Francisco Martín, argumentó ayer que la Junta ha sido capaz de cumplir con el objetivo de déficit a costa de la sanidad. "Es de suponer que en este ejercicio no se han cubierto las necesidades de la sanidad pública de nuestra comunidad, algo que, por otra, es evidente tras el desastroso año que han tenido que soportar profesionales y pacientes", afirmó.
Martín señala que el cumplimiento del déficit, según los datos aportados por la Consejería de Hacienda, se debe a que el Presupuesto se cerró en octubre y desde entonces se han dejado de realizar inversiones. "Hay innumerables facturas no contabilizadas y se ha dejado de ejecutar la cuarta parte de las inversiones prometidas y, todo esto en contra de los intereses de la sociedad", remarcó.
