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La dirección nacional de Vox cesó al presidente de la formación en León, Carlos Portomeñe, con su posible vinculación con la Fundación Francisco Franco, mientras que el secretario provincial del partido, José Carlos Rúa Perandones, anunció ayer su abandono del partido que "en seis meses ha perdido su esencia", mientras que "la humildad ha dado paso a la soberbia de sus dirigentes".

Según hizo pública ayer la Cadena Ser, Carlos Portomeñe mantuvo una conversación telefónica con José Carlos Rúa en la que le asegura haberse reunido con el patrono de la Fundación Francisco Franco, Jaime Alonso, para hablar sobre la financiación de Vox.

"He recibido la llamada del millón. Me ha llamado Jaime Alonso, de la Fundación Francisco Franco, que es natural de León. Está con nosotros absolutamente y que nos va ayudar, porque como a nosotros, le preocupa lo de la financiación y lo tiene muy claro, me ha dicho que hay que dar un paso más. Ha quedado muy contento conmigo y ha dicho que va a dar buenos informes a Madrid. [?] Habla tres veces al día con Abascal", se puede escuchar en la conversación telefónica hecha pública con Cadena Ser. Además, Cadena ser muestra unas conversaciones de Whatasapp del grupo que comparte Vox en León donde Portomeñe señala que "Jaime Alonso va ayudar en la parte económica, algo fundamental para la campaña".

Como consecuencia del cese del presidente de Vox León, Carlos Portomeñe, el cargo ahora lo ocupa Elena Merino.

Por otro lado, el que fuera presidente provincial del partido entre 2014 y 2016 y ahora secretario provincial, Juan Carlos Rúa Perandones, envió este lunes una carta a los medios de comunicación en la que anunció su carta de dimisión de Vox.

En dicha carta, Rúa Perandones afirma que mientras el partido estaba "preocupado en proteger las ventanas, el presidente provincial, como ejecutor de las órdenes de parte de la Presidencia y Secretaría General, abría la puerta de par en par para que los extremistas, rancios y rebotados se colaran en el partido", algo para lo que ni él "ni el 90 por ciento de los afiliados se sumaron al proyecto".

Para Juan Carlos Rúa, "el objetivo de estos crepúsculos que han infectado el partido como un virus no es otro del que no haya cambio, para que no perder el negocio que tiene montado en la provincia", ya que "Vox hace unos meses era peligroso, pero hoy lo han domesticado".