,

Los castellanos y leoneses han otorgado una nota de 6,65 puntos al funcionamiento de su sistema de salud a lo largo del pasado año, lo que supone cuatro décimas menos que en 2017, cuando la calificación fue del 7,07. La nota se situó ligeramente por encima de la media del país, que fue de 6,57, según recoge el Barómetro Sanitario de 2018, realizado por el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad en colaboración con el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) año tras año y recogido por la Agencia Ical.

La comunidad cae así cuatro posiciones respecto a la anterior oleada de este estudio y pasa de contar con la sexta mejor nota en el conjunto de España a la décima. Encabeza las calificaciones Aragón (7,28), Asturias (7,21), Navarra (7,14) y País Vasco (7,10).

Asimismo, el 45,1 por ciento de los castellanos y leoneses encuestados considera que el sistema sanitario del país funciona bien, aunque entiende que son necesarios algunos cambios, si bien más de un 76,3 por ciento acudiría a un centro de Atención Primaria si tuviera un problema de salud, que aumenta hasta el 79,8 por ciento en el caso de un ingreso hospitalario.

La nota que otorgan los castellanos y leoneses a las consultas de Atención Primaria es del 7,32, exactamente igual que la media en España, mientras las de especialistas recibieron un 6,88, frente al 6,81 del conjunto nacional. Las urgencias en los hospitales públicos de la comunidad lograron un 6,24 (frente al 6,5 de 2017), superior al 6,02 de media nacional, mientras el ingreso y la asistencia hospitalaria, un 7,28, ligeramente superior a la media del país (6,98).

El trato recibido por el personal sanitario es uno de los aspectos más valorados de la asistencia sanitaria pública en la comunidad, ya que le otorgaron un 7,6, similar al 7,56 de media nacional. El tiempo dedicado por el médico a cada enfermo obtuvo un 7,28, y la confianza y la seguridad que transmite el facultativo, un 7,72, frente al 7,68 del país.

Solo un 17,6 por ciento recibió la cita en Atención Primaria para el mismo día que la pidió; mientras que casi la mitad, el 45,3, la recibió a la jornada siguiente y en el 30,8 por ciento de los casos pasó más de un día.

También, un 22,1 por ciento de los usuarios del sistema sanitario de Castilla y León, más de uno de cada cinco, asegura que pasaron hasta dos meses desde que su médico le pidió una cita con un especialista hasta que éste lo atendió; un 14,5 por ciento esperó hasta un mes; un 13 por ciento, unos 15 días; y un 15,8 por ciento, hasta tres meses.

Sobre las urgencias, el 56,3 por ciento de los castellanos y leoneses sostiene que la última vez recurrió a un hospital público, frente a un 34,6 que acudió a un servicio de urgencias de atención primaria, no hospitalaria.

Respecto a los últimos 12 meses, algo más de la mitad, el 52,3 por ciento de los castellanos y leoneses considera que el problema de las listas de espera "sigue igual", frente al 20 por ciento que sostiene que ha empeorado.