Castilla y León fue la única comunidad de España donde el gasto sanitario público por habitante cayó en entre 2014 y 2016, al descender un 6,1 por ciento, mientras que bajó un 11,69 entre 2012 y 2016. En estos años, solo fue superado por Cantabria (-19,2 por ciento). Así lo pone de manifiesto "La sanidad en cifras 2018", un informe bianual -elaborado por la Fundación Gaspar Casal para el Círculo de la Sanidad- y recogido que muestra los principales indicadores que describen el funcionamiento y resultados del sistema sanitario. Según el estudio, el gasto sanitario público en la región ascendió a 1.523 euros por habitante en 2016 frente a los 1.379 euros de España. País Vasco fue el territorio que más dinero destinó, con 1.652 euros. El Círculo de la Sanidad incidió ayer en que es"esencial" reforzar la colaboración público-privada, garantizando siempre una atención universal, gratuita y de calidad. "En ocasiones, derivar una determinada prueba a un centro privado es más económico para el sistema que abordarlo en grandes infraestructuras hospitalarias", precisa.