La ya expresidenta de las Cortes de Castilla y León, Silvia Clemente, que ayer abandonó el cargo y el PP con fuertes críticas al candidato popular a la Presidencia de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, se reunió el 25 de enero en un bar con dirigentes de Cs, partido que resta importancia a esta reunión.

Este encuentro fue adelantado anoche por "eldiario.es", que acompañó la información con una foto en la que aparecen Silvia Clemente sentada alrededor de una mesa de un bar del barrio vallisoletano de las Delicias con el responsable de Comunicación de Cs en Castilla y León, Pablo Yáñez, y una tercera persona, un hombre que en la foto es irreconocible.

La existencia de esta fotografía ha alimentado durante toda la tarde de este jueves la posibilidad de que Silvia Clemente pudiera pasarse a las filas de Ciudadanos, dado que el Consejo General del partido dirigido por Albert Rivera puede habilitar a personas independientes para participar en las primarias.

De hecho, Ciudadanos ya lo ha hecho en varios casos para los procesos de primarias que acaba de abrir, como ha ocurrido en Asturias y Aragón.

Sin embargo, fuentes del partido naranja han restado importancia al encuentro y, en declaraciones a Efe, han negado que en esta reunión se abordarán asuntos relacionados con las primarias del partido.

El motivo de la reunión fue, en concreto, la modificación de la Ley de Función Pública que registró como proposición de ley el PP y sobre la que en Ciudadanos existían dudas por el calendario de plenos restantes antes de que culmine la legislatura.

Las mismas fuentes han enmarcado este encuentro, desarrollado en un lugar ajeno al ámbito parlamentario por tratarse un encuentro informal desde el punto de vista de Ciudadanos, en las reuniones que han desarrollado a lo largo de la legislatura con otros dirigentes del PP y otros grupos parlamentarios para abordar cuestiones de la dinámica parlamentaria.

"Ni de avales, ni de primarias", ha insistido una de las fuentes consultadas por Efe, convencida de que el detonante de la dimisión de Clemente no ha tenido que ver con la fotografía, sino con la relación de la presidenta con la dirección de su partido.