La joven burgalesa a quien la Iglesia sometió a varios exorcismos entre 2013 y 2014 -según la causa judicial que fue archivada en 2017- falleció el pasado lunes en el hospital de Salamanca tras la ingesta de pastillas.

La residencia universitaria Méndez, donde vivía, dio aviso a las 16.30 horas al 112 después de hallar a la muchacha -de 22 años- en estado inconsciente en su habitación, según publica en su edición de hoy Diario de Burgos.

El caso de los exorcismos salió a la luz el 5 de diciembre de 2014, después de que este periódico publicara la denuncia que presentaron varios de sus tíos ante el Servicio de Atención a la Familia (SAF) de la Comisaría, que daría lugar a un profuso procedimiento judicial que concluyó con el archivo y la decisión de la acusación particular de no volver a recurrir tras el segundo sobreseimiento del Juzgado de Instrucción número 2.

Los padres de la joven interpretaron en su día los ataques de ansiedad como "una posesión demoníaca", por lo que, tras ser ingresada en el Hospital Clínico Universitario de Valladolid, la sometieron a varios exorcismos, uno en Madrid y hasta 13 en el convento de Dan Joaquín y Santa Ana, en Valladolid, por parte del cura Jesús Hernández Sahagún.