La fiscal jefe de Valladolid, Soledad Martín Nájera, ha atribuido este jueves a la "codicia y la ambición" de los directivos de la empresa funeraria El Salvador la supuesta estafa que afecta a unas 6.000 incineraciones, realizadas con ataúdes más baratos de los contratados o parcialmente sin ellos.

En declaraciones a la Cadena SER, Martín Nájera ha lanzado un mensaje de tranquilidad a los familiares afectados por este caso, investigado en la Operación Ignis, ya que de la investigación entendida entre 1995 y 2016 no se desprende que haya habido profanaciones de los cadáveres antes de las incineraciones.

Sobre el hallazgo de casi un millón de euros en el domicilio del dueño de El Salvador, Martín Nájera ha apuntado que se trata de un hecho "muy relevante" ya que "no es habitual" que alguien tenga en su casa "una cantidad tan importante" aunque ha recordado que es un elemento que deberá ser tenido en cuenta junto al esto de documentación incautada.

Los hechos que investiga el juzgado de Instrucción número 6 de Valladolid abarcan un período de casi 20 años con la supuesta comisión de delitos de estafa, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales, aunque la fiscal no ha descartado que fruto de todas las pesquisas pendientes se pueda ampliar a otros ilícitos.

Después de que la empresa haya señalado a un extrabajador como instigador del asunto, la fiscal jefe ha sostenido que en este caso los beneficiarios son "son los empresarios y no los trabajadores", por lo que ha restado credibilidad a la tesis de la defensa.

Martín Nájera ha sostenido que la investigación realizada es "muy minuciosa" y "discreta", con la recopilación de un importante volumen de documentación, por lo que ha anticipado que pedirá un refuerzo para afrontar este proceso, junto con otros que tiene atribuidos.