Un joven de 29 años falleció ayer tras una explosión de gas en una vivienda tutelada del número 4 de la calle Modesto Ciruelos, en la barriada San Juan Bautista, en Burgos. Se trata de un paciente del Hospital Fuente Bermeja, que vivía con otras tres personas que no se encontraban en ese momento en su interior, según aseguró el subdelegado del Gobierno en Burgos, Pedro de la Fuente.

Según las primeras investigaciones, el siniestro pudo deberse por una deflagración accidental de gas, si bien el equipo Tedax de la Policía Nacional ha abierto una investigación para esclarecer las causas y se está pendiente de los informes técnicos que desde ayer se han realizado en el interior.

En ese sentido, la empresa suministradora Nedgia ha señalado que el piso donde se produjo la explosión fue inspeccionado por sus técnicos, dentro de las operaciones de control programadas, sin que se detectara problema alguno. Estas mismas fuentes aseguran que no pueden confirmar que la explosión se deba a las instalaciones de gas del inmueble.

El suceso tuvo lugar pasadas las 11.30 horas de la mañana de ayer. Poco después, la sala del Centro de Emergencias Castilla y León 112 recibió numerosas llamadas a las 11.37 horas de la mañana que avisaban de una explosión ocurrida en el primer piso de un bloque de viviendas de la calle Modesto Ciruelos de Burgos. Las personas que contactaron con el centro de emergencias señalaron que había escombros que habían caído a la vía pública y que en el interior de la vivienda afectada debía de encontrarse una persona herida.

El edificio, propiedad de la Junta, está cedido a diversas asociaciones del tercer sector, como son Apace, Prosame y Fundación Aspanias. La primera planta concretamente era gestionada por el Servicio de Psiquiatría de Sacyl y utilizada por enfermos dados de alta clínicamente en proceso de seguimiento para su integración en la vida laboral. Además, se llevaban a cabo revisiones clínicas semanales para evaluación y seguimiento, además de visitas diarias para comprobar el estado de los usuarios de la vivienda. El segundo piso del bloque estaba ocupado por pacientes de Prosame mientras que en el tercero había por personas de Aspanias. "En la inspección ocular el único que realmente ha sido tocado es el primer piso, que es donde se ha desprendido la fachada", declaró Pedro de la Fuente, y agregó que "tenía una pequeña terracita a la que salían a fumar que tampoco sabemos si prender una colilla ha sido el detonante". Así, relató que "la enfermera dice que era fumador y puede ser pero se está a la espera de los resultados de la policía científica". Hasta el lugar del siniestro se desplazaron, además de miembros de la la Policía Local y Nacional de Burgos y los bomberos de la ciudad, técnicos de la empresa suministradora y varios efectivos sanitarios como una UVI móvil y una ambulancia de soporte vital básico.

Además, quedó activado el centro coordinador de emergencias en la sede de la Agencia de Protección Civil para el seguimiento del incidente.

En el lugar, los organismos de emergencias intervinientes confirmaron el fallecimiento de una persona en el interior de la vivienda afectada por la explosión. Los efectivos de la Policía Nacional y Local acordonaron la zona y también acudieron Protección Civil y el GREM con sus perros si bien no fue necesaria su intervención.

Los alumnos del colegio Aurelio Gómez Escolar, cercano al lugar de los hechos, abandonaron también sus aulas y fueron concentrados en el patio, mientras que en un primer momento se desalojó el inmueble por precaución. Poco después, el Ayuntamiento de Burgos confirmó que el edificio no se vio afectado estructuralmente.