La Audiencia de Valladolid ha condenado a dos años y medio de prisión a un varón con iniciales E.C.F. por delito de tenencia y difusión de pornografía infantil, tras su detención en junio de 2015 por la Policía Nacional en posesión de casi 2.700 archivos con fotos y vídeos de menores impúberes, en una de las más importantes operaciones de los últimos años contra este tipo de delitos en Castilla y León.

La condena, ya firme, es fruto del acuerdo alcanzado entre la Fiscalía vallisoletana y el condenado, quien inicialmente se exponía a una pena de siete años de privación de libertad que merced al presente pacto ha quedado reducida a dos años y medio, según informaron a "Europa Press" fuentes jurídicas.

La sentencia de conformidad incluye, además, la inhabilitación del condenado para cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad por un tiempo de cinco años, así como la medida de libertad vigilada durante tres años y la prohibición de ejercer cualquier actividad relacionada con menores, junto con la realización de un curso de educación sexual.

El condenado, vecino del barrio de La Rondilla y carente de antecedentes penales, fue detenido por instalar en los ordenadores que utilizaba habitualmente desde su domicilio un programa de intercambio de archivos "ARES", sistema para compartir archivos por el método "peer to peer", con pleno conocimiento de su funcionamiento.

Así, los archivos que conservaba en su PC eran compartidos de la misma forma que el descargaba los de otros ordenadores, a través de lo cual se hizo con casi 2.700 archivos de pornografía infantil, gran parte de ellos con imágenes y vídeos de menores de 13 años.

A raíz de las investigaciones abiertas por la Brigada de Delitos Tecnológicos se acordó mandamiento de entrada en el domicilio del investigado, el registro, la ocupación y examen de los equipos informáticos y sistemas de almacenamiento.

En dicho registro se ocupó un ordenador portátil HP, con el programa "ARES" instalado, y un total de 2.699 archivos descargados con nomenclatura explícita de pornografía infantil, de los que se conservan y se han hallado 27 archivos de imagen y 116 vídeos, de los cuales se han compartido 129, todos ellos de menores de 13 años.

La policía se incautó igualmente de un segundo ordenador, también con el mismo programa, en el que halló dos archivos de imagen de un menor y órganos sexuales de una niña.

Su detención se enmarca en la operación dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Valladolid y que se inició en octubre de 2014 como consecuencia del trabajo de "ciberpatrullaje" que realizan en Internet agentes especializados del Cuerpo Nacional de Policía, concretamente de la Brigada de Investigación Tecnológica de la Comisaría General de Policía Judicial de Madrid, y posteriormente se remitió a la Policía Judicial de Valladolid y a los agentes especialistas en la materia de las comisarías de Castilla y León.

La operación se tradujo en diez registros domiciliarios en las provincias de Valladolid (cuatro), Burgos (tres), Segovia, Ávila y Salamanca (uno en cada caso) en los que se incautaron 31 discos duros, 920 soportes ópticos y ocho ordenadores que almacenaban miles de archivos con contenido sexual explícito en el que aparecían menores.