Castilla y León se marca el reto de aquí a 2030 de reducir al menos a la mitad la proporción de hombres, mujeres y niños de todas las edades que viven en la pobreza en todas sus dimensiones -el riesgo era un 23,2 por ciento en 2016- para conseguir el objetivo final de "pobreza cero", y también contemplar la perspectiva de género en las actuaciones que se realicen en el marco de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) y la I+D+I para superar la brecha digital existente entre las mujeres de la comunidad, especialmente en el medio rural, mediante programas que incentiven la alfabetización digital.

Éstas son dos de las acciones recogidas para la implementación de la Agenda 2030 en Castilla y León, consultadas por "Ical" en el Portal del Gobierno Abierto de la Junta, donde ha estado el texto hasta el 21 de junio para recabar aportaciones ciudadanas y de colectivos, si bien el plazo se amplió.

Una vez finalizado el plazo de participación, el Consejo de Gobierno aprobó ayer el documento que contiene las directrices para avanzar en la Agenda 2030, en el que se realiza un análisis de la situación en Castilla y León en cada uno de los 17 objetivos que marca Naciones Unidas los retos e indicadores para avanzar y la implicación de todas las consejerías, explicó la consejera portavoz, Milagros Marcos, en la rueda de prensa.

La Agenda 2030 es el plan de acción de Naciones Unidas para el mayor desafío del mundo actual, que es la erradicación de la pobreza, ya que entienden los países miembros que sin su desaparición no puede existir un desarrollo sostenible. Así, la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible recoge 17 objetivos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que abarcan desde la salud, la educación, la igualdad, el medio ambiente, la energía, el cambio climático, las infraestructuras, el crecimiento económico sostenible e inclusivo o la justicia social.

El Consejo de Gobierno autorizó una subvención del Servicio Público de Empleo de Castilla y León (ECYL) de 500.000 euros a la Fundación General de la Universidad de Valladolid para desarrollar el programa de prácticas no laborales en Renault, dirigidas a 68 jóvenes universitarios.