Los gobiernos de España y Portugal desarrollarán una Estrategia Ibérica de lucha contra la despoblación y poblamiento centrada principalmente en la zona de la raya fronteriza entre ambos países y como un elemento de cohesión social, con sus primeras conclusiones en abril de 2019, según se recoge entre los acuerdos de la XXX Cumbre Hispano-Lusa celebrada ayer en Valladolid.

En una comparecencia conjunta para dar a conocer los acuerdos de la cumbre, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, y el primer ministro portugués, António Costa, calificaron de muy importante este acuerdo, que, en el marco de la cooperación transfronteriza, se acompaña también con el compromiso de "concretar" la conexión entre Zamora-Braganza como un corredor directo por carretera entre Portugal, España y Europa.

Después de mostrar su sintonía y la "excelente relación" entre ambos países, explicaron que la despoblación y el envejecimiento demográfico es un problema que se acentúa en particular en la frontera común entre los dos países. En este sentido, Sánchez expresó la necesidad de desarrollar un trabajo conjunto de análisis y cooperación, con medidas y propuestas específicas para estas zonas. En tal sentido, han firmado un memorando para adoptar una Estrategia común de despoblamiento y envejecimiento que arroje conclusiones el 30 de abril de 2019.

Según el presidente español, los siete acuerdos suscritos y las declaraciones se sintetizan con la frase de una "Europa con "más iberismo y una Península Ibérica con más Europa", mientras que el primer ministro portugués afirmó que se comparten "visiones comunes" y destacó, en especial, la cooperación transfronteriza para lograr una mayor cohesión territorial, que debe hacerse "en común".

El primer ministro portugués explicó que se ha firmado con el Reino de España el compromiso de "concretar la tan deseada conexión entre Zamora y Braganza", que calificó de "fundamental" para ofrecer al noreste de Portugal un corredor directo con España y Europa.

Las cuestiones relacionadas con la cooperación en materia de migración han estado también en el centro de las conversaciones. Pedro Sánchez defendió un mecanismo estable y voluntario, basado en la solidaridad y la responsabilidad de los estados miembros, una visión que, aseguró, comparte y cuenta con el apoyo del Gobierno portugués.