La delegada del Gobierno en Castilla y León, Virginia Barcones, confirmó hoy que la Guardia Civil da por desarticulado un grupo de "lanzas" especializado en el robo de viviendas habitadas, en el marco de la Operación "Siriux", que calificó como "brillante" y de "una gran envergadura", esclareciendo más de 40 robos en las provincias de Segovia, Madrid, Sevilla, Valencia, Málaga y Toledo, en los últimos tres meses, así como en ciudades de Francia e Italia. Entre los once detenidos, se encuentran los autores de los robos y los receptadores de los objetos sustraídos.

Virginia Barcones remarcó que este operativo han participado un gran número de efectivos de la Guardia Civil, como el Grupo de Delincuencia Organizada, la Unidad Central Operativa (UCO), las unidades de Seguridad Ciudadana de Madrid y Segovia, y las unidades judiciales, todo ello "coordinado" por el titular del Juzgado número 5 de Segovia, como "el mejor ejemplo" del trabajo conjunto y coordinado de todos los eslabones, y además poder recuperar y devolver a los ciudadanos, parte del material sustraído en los robos.

Modus operandi

La delegada del Gobierno en Castilla y León remarcó que con esta operación se desarticula un grupo criminal "perfectamente organizado" y especializado en robos en viviendas habitadas. La investigación se inició en abril, al detectarse "un incremento significativo" en robos en Segovia y en la Comunidad de Madrid, de hecho, 31 de los 40 robos esclarecidos se produjeron en Madrid. El modus operandi, argumentó Barcones, el común de los "lanzas" chilenos, grupos de delincuentes procedentes de este país que viajan al extranjero para hacer campañas de robos, "de forma itinerante", en viviendas, sustrayendo joyas y aparatos electrónicos .

Virginia Barcones recordó que hay once detenidos, siete de ellos de nacionalidad chilena y "muy jóvenes", además hay dos ciudadanos colombianos. Entre los detenidos también hay un ciudadano marroquí que era el encargado de recepcionar todo el material relacionado con la informática y la tecnología y se encargaba de venderlo en el mercado negro y de segunda mano. Las joyas robadas eran enviadas, "en maletas vía aérea a Chile" y también eran colocadas de forma ilegal en un establecimiento de compra-venta de oro, en Madrid.

El comandante de la Unidad Central Operativa, Enrique Barrio, también destacó la importancia de la colaboración internacional, a través de Europol y las buenas relaciones con Chile, para avanzar en la investigación. Barrio explicó que para estos delincuentes chilenos no es importante, "ni les causa reprobación" por lo que hacen porque comenten los robos en países extranjeros y no en el suyo propio y que se les conoce como 'lanzas' por viajar temporalmente para hacer "una campaña concreta de robos de unos meses" y regresar a Chile, con "las joyas robadas". El comandante de la UCO aseguró que desarticular este tipo de organizaciones no es nada fácil, al tener que "seguirles la pista" por varios varios países y no tener la seguridad de saber "cuándo van a dejar de operar" y volver a su país.