Un sacerdote expulsado en 1981 de la ciudad estadounidense de Miami recaló en Salamanca entre 1981 y 2004 donde pudo abusar de menores en diferentes parroquias rurales de la provincia salmantina, sin que el Obispado atendiera el aviso lanzado desde EE UU. Tres víctimas han relatado, en una información publicada ayer por El País, las prácticas sexuales mantenidas por el sacerdote, F.C., con menores a los que practicaba sexo en grupo y a los que obligaba a mantener relaciones sexuales entre ellos, según ha señalado uno de los afectados al periódico.

En la información se asegura que el Obispado de Salamanca ignoró un aviso de la Archidiócesis de Miami, que expulsó en 1981 al sacerdote F.C. tras un caso de abusos a un menor, y lo mantuvo desde 1981 hasta 2004 en diferentes parroquias rurales de la provincia salmantina. Una de las víctimas ha denunciado a este periódico que "el Obispado lo sabía" y que lo podría "haber evitado", por lo que diferentes menores fueron "entregados en bandeja a un pervertido". En 2011, el Obispado de Salamanca defendió al sacerdote F.C. al conocerse las denuncias contra él en Miami. Otra de las víctimas ha explicado: "Un día me atreví a decirle que se lo podía contar a mis padres. Me pegó un guantazo que me tiró al suelo y me dijo: explícalo si te atreves".

El obispado de Salamanca ha declinado por el momento hacer declaraciones sobre este asunto.

Este sería el segundo caso que salpica al Obispado de Salamanca después de que también El País publicara que el actual prelado, Carlos López, intentó comprar el silencio de otra víctima de abusos sexuales por parte de un sacerdote salmantino.