La Junta de Castilla y León propone un plan "dinámico" como aportación a la estrategia que busca impulsar la actividad en la zona de Garoña y mitigar el impacto provocado por el cierre de la central nuclear. El Consejo de Gobierno dio luz verde a las iniciativas que se sumarán a las propuestas por los municipios de la zona -12 de Castilla y León y dos de Álava- que han elaborado un documento para estimular la actividad económica y el empleo, y sobre todo frenar la marcha de población.

En la comparecencia posterior, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, avanzó que será un plan "dinámico" con medidas "generales" con actuaciones en las que se requerirá "mayor concreción".

Sin embargo, Del Olmo recordó que el horizonte temporal de estas medidas es "muy amplio", ya que se prolongará hasta el año 2030, de manera que las medidas adoptadas se irán concretando "cada año" y atendiendo a la disponibilidad de cada ejercicio. Ahora, esta estrategia se hará llegar al Gobierno Central "que es quien tenía que haber elaborado este plan y aportar recursos para ello", recordó Del Olmo. Por otro lado, el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera, advirtió ayer de que le sería "extremadamente fácil dibujar los presupuestos más bonitos del mundo, inflando los ingresos y los gastos, dando satisfacción a todo el mundo", unas cifras que no iba a ejecutar porque en mayo abandonará su responsabilidad, pero sentenció: "No lo he hecho nunca y nunca lo haré".

Herrera insistió en que mientras el Gobierno de Pedro Sánchez no apruebe sus cuentas y defina aspectos fundamentales para cerrar las de la comunidad, como el déficit, las entregas a cuenta o el cuadro macro, que nadie espere que "el presidente de Castilla y León elabore, pacte, negocie ni compadree nunca unos presupuestos en el Parlamento".