La comisión de investigación sobre la actuación, gestión y supervisión de las cajas de ahorro que tenían su domicilio social en Castilla y León ha cerrado sus conclusiones, entre las que se identifica a la "burbuja inmobiliaria" como responsable de la desaparición de estas entidades y se alude al escaso nivel de sus gestores, pero también se resalta que en el fracaso del proyecto de integración estuvieron los "intereses personales que no quisieron perder su cuota de poder".

En las sesiones de la comisión, la tercera que se constituyó en las Cortes en esta legislatura y que arrancó sus trabajos en junio de 2017, han comparecido el presidente de la Junta, Juan Vicente Herrera; el exsecretario general del PSCyL Óscar López; los entonces líderes de CCOO y UGT, y directivos de las cajas, además de un grupo de expertos.

En las conclusiones que presentará el lunes el presidente de la comisión, Manuel Mitadiel (Ciudadanos), se constata que, aunque la crisis del sector inmobiliario fue el "elemento decisivo" en la crisis y desaparición de las cajas de ahorro de Castilla y León, así como el cierre de los mercados financieros, no estuvo ausente "una gestión falta de profesionalidad de los directivos, absolutamente alejada de la prudencia financiera, por unos órganos de gobierno politizados que se preocuparon fundamentalmente por la defensa de sus "grupos de interés" y por unos organismos de supervisión que incumplieron sus obligaciones", como pudo conocer Ical.

En el fracaso del proyecto de integración de las cajas, promovido por la Junta, el PSOE y los sindicatos CCOO y UGT, que firmaron el conocido documento para crear un "músculo financiero", se vio "claramente", como se recoge en las conclusiones, que estas entidades "estaban en manos de personas y grupos que antepusieron los intereses personales o de su grupo a los de las cajas".