Después de algo más de un lustro consagrados al bolero, Café Quijano regresan al pop con La vida no es la la la (Warner Music, 2018), a la venta desde este pasado viernes.

"Nos hemos tirado cinco años y pico haciendo boleros. Y en el mejor momento de nuestra vida musical de nuestros últimos años, lo dejamos y volvemos al pop", resume a Europa Press el guitarrista y vocalista Manuel Quijano.

En esta línea, apunta que tanto él como sus hermanos Óscar y Raúl han sentido que era momento de hacer un disco "con otro sonido" sencillamente porque les apatecía, "sin más premeditación".

Eso sí, clara que en ningún momento han abandonado ni el pop ni los boleros, pues desde su nacimiento como grupo allá por 1997 siempre han tenido presentes ambos géneros.

"Pero ahora volvemos a la música pop. Somos muy afortunados de poder hacer dos géneros con los que nos sentimos totalmente identificados y a los que hemos dado rienda suelta a los últimos veinte 20 años", reflexiona.

La vida no es la la la está formado por una docena de canciones que incluyen colaboraciones de Arkano y Willy Bárcenas de Taburete. Incluso Dulceida protagoniza el último videoclip de la banda para la canción que da título a todo el álbum.

"Nos encanta y es una chica que además está muy bien posicionada en el mundo virtual en las redes sociales, algo que siempre viene bien", reconoce Manuel, quien añade que cuando la conocieron les pareció a los tres "monísima y majísima".

Por eso, plantea sincero: "Al final en esto de la música como en todo con público, se trata de llegar al mayor numero de gente posible para que te escuche y te conozca. Dulceida en este caso nos enseña a un publico distinto".

En lo que se refiere al sonido de este regreso al pop, explica Manuel que "hay influencias de ritmos latinos y colombianos". "Siempre hemos hecho gala de cualquiera de los ritmos latinos que hemos escuchado toda la vida, eso es lo que nos ha marcado la forma de trabajo", señala.

Todo esto está aderezado por arreglos electrónicos y programaciones "que dan una frescura especial sin perder en ningún momento los toque es de instrumentos orgánicos" como guitarras, ukelele, tres cubano o charango. "Al final lo que manda, en cualquier caso, son nuestras voces", remata.

Sobre la idea del título del álbum, indica Manuel que es una "reprimenda cómica para poner un poco de orden en las vidas antes de que se nos vayan de las manos". Y prosigue: "Hay que disfrutar y estar bien, pero no todo va a ser fiesta y la la la. Hay que compaginar con sentido común al tiempo que frivolizas con la vida. El mero hecho de vivir y morir ya es una contradicción".