El investigador Rubén Quintana Cabrera, del Instituto de Biología Funcional y Genómica (IBFG), centro mixto de la Universidad de Salamanca y del CSIC, descubrió la arquitectura de la mitocondria que evita las consecuencias negativas de la ausencia de respiración celular, alargando con ello la vida de las células. En su investigación, Quintana destaca la importancia de ganar tiempo para recuperar el daño que se produce cuando un tejido se queda sin oxígeno puesto que, como en la mayoría de los seres vivos, de ser prolongado puede resultar irreversible. Sin embargo, el investigador de la Usal explica que "existen mecanismos de emergencia que permiten hacer frente al fallo respiratorio en células de tejidos tan importantes como el cerebro o el corazón".