Vestas esperó a que finalizara el plazo de reclamaciones de 12,5 millones de euros de ayudas que recibió del Gobierno de la Nación y la Junta de Castilla y León para presentar el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) extintivo y el anuncio del cierre de la planta en Villadangos del Páramo (León). Las ayudas públicas, a las que habría que sumar otro millón de euros para la planta que Vestas tuvo abierta durante unos años en Ólvega (Soria) y que algunas había sido cofinanciadas por la Unión de Europea, eran, en su mayor parte, para inversión, que tenían un plazo de vigencia y con la garantía del mantenimiento del empleo. Este plazo finalizaba en junio y la empresa comunicó el cierre ayer. Tras dar a conocer este dato, la consejera de Economía y Hacienda, Pilar del Olmo, subrayó que la compañía "lo tenía muy bien estudiado" porque "no tenía sentido esperar al plazo justo, en que esas ayudas no se podían reclamar, para plantear no un recorte de la producción sino el cierre". Pese a ello y después de criticar la "deslealtad" de la compañía y calificar de "inaceptable" las formas de la dirección de la empresa al comunicar el anuncio del cierre, Del Olmo y la ministra de Industria y Turismo, Reyes Maroto, apuntaron que ayer mismo enviaron una carta a la sede central de Vestas en Dinamarca para solicitar una reunión "urgente" con el centro de decisión y el consejero delegado de la compañía, a ser posible esta semana, y tratar de paralizar el ERE extintivo, que entra en vigor el 3 de septiembre.