Los centros sociosanitarios y de carácter social para la atención a personas mayores en Castilla y León con más de cien camas o usuarios deberán contar con un servicio de farmacia hospitalaria propio.

En el caso de los centros con menos personas, la atención farmacéutica se prestará a través de un depósito de medicamentos vinculados a una oficina de farmacia, que deberá estar ubicada dentro de la zona farmacéutica donde se encuentre.

Así lo recoge el proyecto de decreto de la Consejería de Sanidad, colgado en el Gobierno Abierto de la Junta para la presentación de alegaciones, que regula la atención farmacéutica en centros sociosanitarios de la comunidad para la atención a personas mayores.

El decreto regula la atención farmacéutica de estos centros de personas mayores que atiende, habitualmente, a enfermos crónicos a través de servicios de farmacia hospitalarios propios, depósito de medicamentos de vinculación pública -relacionados a un servicio de farmacia hospitalaria del Servicio de Salud de Castilla y León (Sacyl) que corresponde al área de salud donde radique el centro-.

El documento, consultado por la Agencia Ical, recoge las funciones de los servicios de farmacia hospitalaria propios de centros como participar en el proceso multidisciplinar de selección de los medicamentos y productos sanitarios y de alimentación artificial bajo los criterios de "eficacia, seguridad, calidad y economía". También se busca confeccionar la guía farmacoterapéutica del centro, donde se detalle los medicamentos dispensados, además de establecer un sistema interno de distribución de medicamentos que garantice la seguridad, la rapidez y el control del proceso.

Unas funciones que obligan a que los servicios de farmacia hospitalaria de los centros se ubiquen en un lugar con suficiente espacio -independiente, seguro y perfectamente identificado- que permita su "adecuado" funcionamiento y la disponibilidad de los medicamentos durante las 24 horas del día.

El decreto subraya las necesarias condiciones higiénico-sanitarias para dar una asistencia farmacéutica "correcta", con el objetivo de lograr una "óptima" conservación de los productos. Además, el servicio deberá estar dotado del equipamiento técnico y tecnológico y material necesario para realizar sus funciones. Por ejemplo, contarán con un armario de seguridad o caja fuerte para la custodia de estupefacientes.

Los servicios de farmacia hospitalaria propios de los centros funcionarán bajo la responsabilidad directa de un farmacéutico especialista en farmacia hospitalaria, que estará contratado a jornada completa.