Castilla y León está viviendo un año muy positivo en materia de incendios forestales. Las 1.910,34 hectáreas calcinadas entre los meses de enero y julio suponen una reducción del 87,88 por ciento de la superficie afectada respecto al mismo periodo del año pasado. En este tiempo se han contabilizado en la Comunidad, 486 incendios frente a los 1.866 de 2017, lo que constituye un descenso del 73,95 por ciento, según los datos de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente recogidos por Ical.

Entre la superficie calcinada del 1 de enero al 31 de julio, 349,1 hectáreas correspondieron a superficie arbolada; 1.330,6 a matorral y monte bajo; y 230,64 a pastos. De los 486 fuegos contabilizados en ese mismo periodo, 331 fueron conatos, es decir, fuegos de menos de una hectárea; 106 fueron incendios de entre una y cinco hectáreas; y 49 quemaron más de cinco hectáreas.

Hay que destacar que en estos siete meses solo se produjo un incendio que afectara a más de 500 hectáreas. Fue el registrado en la tarde del 12 de mayo en Santa Colomba de Curueño (León), donde se vieron afectadas 645 hectáreas -115 de superficie arbolada y 529 de matorral y monte bajo-, y cuyo origen se estima que pudo ser intencionado.

Este dato contrasta con los cuatro fuegos de estas características que se habían dado a estas alturas de la campaña pasada: el 25 de enero en Candelario (Salamanca) con 516 hectáreas afectadas; el 19 de abril en Ponferrada (León), con 1.251 hectáreas calcinadas; un día más tarde en Benuza, también en la provincia de León, con 652 hectáreas quemadas; y el 29 de julio en Pino del Oro (Zamora) donde ardieron 2.505 hectáreas de superficie forestal y 560 hectáreas de superficie no forestal.

Balance positivo

El director general del Medio Natural de la Junta de Castilla y León, José Ángel Arranz, ha realizado un balance "positivo" de lo que va de campaña de incendios en la Comunidad, aunque ha reconocido que "queda mucho verano por delante" y ha llamado por ello a "extremar las precauciones". Según el director general, "uno de los éxitos" de este sistema radica en "la rápida detección de los incendios", que permite descubrir de forma "muy incipiente el fuego".