La trayectoria del empresario José Luis Ulibarri, en prisión preventiva desde el 5 de julio por su supuesta vinculación con el caso Enredadera y procesado en el caso Gürtel, ha estado marcada por el sector de la construcción, los medios de comunicación y sus contactos con la política.

Este constructor burgalés trasladó sus actividades a Ponferrada a principios de los años 80, cuando fundó con varios amigos la empresa Begar, con la que comenzó a crecer en los ámbitos mencionados hasta llegar a convertirse en una de las empresas del sector con más trabajo de Castilla y León, para desembarcar luego en otras autonomías, como Madrid y Valencia.

Precisamente, sus actividades en ambos territorios fueron puestas bajo la lupa de los investigadores del caso Gürtel, que detectaron el pago de una comisión a Francisco Correa por hacerse con una jugosa parcela del municipio madrileño de Boadilla del Monte y, también en Madrid, asumió la construcción del Hospital Infanta Leonor de Vallecas.

En el caso de la Comunidad Valenciana, su actividad derivó hacia otro de los puntales de sus negocios, los medios de comunicación, con la empresa Mediamed, que logró la adjudicación de trece televisiones digitales convocadas por la Generalitat valenciana presidida por Francisco Camps (PP), además de construir el Hospital de Lliria.

Pero ha sido en Castilla y León donde la presencia pública de Ulibarri ha sido más relevante, a través de actos organizados por los medios de comunicación de su propiedad -la mitad de Radio Televisión Castilla y León, "El Correo de Burgos", "Diario de León" y "El Mundo de Castilla y León", entre otros-, donde era habitual que coincidiera con los políticos de ámbito local, provincial y autonómico.