Amanecía un nuevo día de campamento en Las Bárcenas (Cantabria) para los cien chicos y chicas de Salamanca que habían acudido a la zona para pasar una parte de su verano en medio de la naturaleza. Era viernes y todas las actividades estaban previstas. Pero no hubo más remedio que cancelarlas. ¿El motivo? La fuerte lluvia que a punto estuvo de causarles un buen susto.

Así lo explica una de las monitoras, Celia Vicente, que tuvo que decidir, junto a sus compañeros scouts y a otros grupos ubicados en zonas anexas, abandonar el campamento ante la peligrosa crecida del río adyacente, que amenazaba con inundar un terreno ya prácticamente impracticable por culpa de las precipitaciones.

Así las cosas, y tras las llamadas pertinentes, los cien salmantinos se subieron a los autobuses rumbo a Panes (Asturias), para refugiarse en un polideportivo donde se encuentran "bien, pero con ganas de retomar la vida en la naturaleza".

Durante la tarde de este sábado, los monitores decidirán entre las opciones que se les plantean, entre las que se encuentran regresar a la campa, iniciar una ruta de un par de días a la espera de que la situación vuelva a la normalidad o, incluso, abandonar el campamento.

Todo por una inoportuna lluvia de julio que ha trastocado los planes de estos jóvenes castellano y leoneses.