El exsecretario general del PSCyL y senador por la Comunidad, Óscar López, aseguró ayer que los únicos responsables de la desaparición de las cajas de Castilla y León fueron los que se opusieron al proyecto de integración recomendado por el Gobierno y el Banco de España, impulsado por la Junta y que contó con el respaldo del PSCyL, IU, Cecale y CCOO, además de con el beneplácito de toda la prensa regional.

López, que ayer compareció en la última sesión de la comisión de investigación sobre las cajas en las Cortes de Castilla y León, lamentó que este "proyecto de Comunidad, que se fraguó con luz y taquígrafos, fracasara al chocar con las estructuras provinciales, que pesaron más que el proyecto común". Además, recordó su oposición a la fusión de Caja de Ávila y Caja Segovia con Bankia, postura que incluso me costó enfrentamientos con compañeros de su propio partido, dijo.

En este sentido, el exsecretario general del PSCyL, también apuntó que Caja Duero y Caja España se quedaron solas en el proyecto de integración, y recordó que ambas entidades fueron las primeras en devolver las ayudas concedidas por el FROB.

A su vez, insistió que desde el primer momento el PSCyL apoyó el cambio de modelo financiero, siguiendo el mandato de la propia Junta, del Gobierno y del Banco de España, y recalcó que el proyecto de integración se negoció y fue totalmente transparente.

López también alabó en su intervención inicial ante la comisión de investigación la función "esencial" que las cajas de ahorros realizaban en la Comunidad, ya que llegaron a gestionar el 70 por ciento de los negocios de Castilla y León, además llevar a cabo una gran labor social. También, resaltó que estaban dirigidas por órganos de gobierno democráticos y en los que estaban representados los partidos políticos, los ayuntamientos, las propias Cortes de Castilla y León y numerosas instituciones y colectivos. A su vez, argumentó que las cajas de ahorro de la Comunidad no fueron ajenas a la crisis financiera internacional que se inició en 2008 con la quiebra de los bancos norteamericanos Lehman Brothers y Goldman Sachs, y que acabó contaminando a todo el sistema bancario y provocando la "bancarización" de las cajas.

En este sentido, también lamentó que no se legislara convenientemente la desregulación del sistema financiero, que "pasó de conceder préstamos analizando su riesgo, a conceder cuanto más mejor, ya que entonces los préstamos se vendían y revendían entre las entidades".

Defendió el modelo social y democrático de gobierno de las cajas de ahorro, que durante un siglo -recordó- tuvieron el 70 por ciento del negocio financiero en Castilla y León. Lo dijo ante las críticas de los grupos Podemos, Ciudadanos e Izquierda Unida por la gestión realizada y el control llevado a cabo por el PSOE sobre los representantes socialistas.