El objetivo de estas acciones es normalizar la vida de las personas con discapacidad intelectual y, en ese sentido, la sexualidad es un aspecto más para lograr esa inclusión total en la sociedad. De ahí, la celebración ayer en Valladolid del encuentro regional sobre sexualidad, que reunió a un centenar de personas con discapacidad intelectual. Y es que, tal y como relató Manuel Carmona, natural de Miranda de Ebro (Burgos) y con 54 años, la sexualidad ha sido, hasta hace muy poco, un tema tabú, tanto en la familia como en la escuela. "Si preguntabas sobre el sexo no te contestaba nadie", precisó. En cambio, ahora, aseguró que se puede hablar "tranquilamente" de la sexualidad, lo que ayuda a normalizar al colectivo.

Las personas que se reunieron en la Facultad de Educación y Trabajo Social de la Universidad de Valladolid (UVa) dijeron "estar cansados de que no les tengan en cuentan" o que sus padres y hermanos piensen que son niños, que no tienen sexualidad, que es algo que no les interesa y que no saben querer. "Nos protegen tanto que no dejan que nos amemos y evitan hablar de sexualidad porque piensan que nos pervierten y nos incitan a tener relaciones", sentenciaron.

En la actualidad, Manuel está soltero aunque ha tenido parejas pero reconoció la dificultad para mantener la estabilidad "día a día". Le gustaría tener una "compañera de viaje" pero hasta que llegue esa persona se da placer a sí mismo. Y es que los técnicos de Plena Inclusión apuntaron que la gratificación sexual se logra tanto en relación con otra persona como en acto individual, a través de la masturbación. A su juicio, lo más importante en una relación es la confianza entre uno y otro.

En el mismo sentido se pronunció Esther, de 31 años y con novio desde hace un año. "Es más joven que yo y está buenísimo", dijo durante la presentación. Esta mirandesa también reconoció que "lo más difícil es tener confianza" ya que apuntó que valora mucho que su pareja abra su corazón, hable de sus sentimientos y cuente sus experiencias. Carmelo Fuente, de Villarcayo (Burgos), apuntó que las personas con discapacidad quieren tratar la sexualidad con normalidad. "Necesitamos la sexualidad, tengamos o no pareja", subrayó a la "Ical". Aunque para ello, explicó que son necesarios los apoyos y las explicaciones de una psicóloga en un grupo de Ciudadanía activa. No en vano, consideró que esos consejos son fundamentales para no hacer daño a la pareja y tratar a esa persona como una amiga, a la que hay que dar cariño y amistad.