El Catálogo de Pruebas Diagnósticas Básicas en Castilla y León ya incluye el TAC craneal para que los médicos de Atención Primaria puedan solicitar directamente para los pacientes en los que hay síntomas de deterioro cognitivo y demencia como el alzheimer. Antes, era una prueba limitada a los especialistas de los hospitales, previa derivación del médico de familia, lo que implicaba un retraso en la detección precoz de una enfermedad.

El consejero de Sanidad, Antonio María Sáez Aguado, quien ayer participó en Valladolid en la presentación de la guía "Claves para la detección y la intervención precoz de las demencias en Atención Primaria", aseguró que la incorporación del TAC craneal en el catálogo no solo refuerza las posibilidades de mayor intervención del médico de familia sino que también agiliza todo el proceso puesto que cuando el paciente llega a los servicios de Neurología ya cuenta con las pruebas fundamentales.

Un ahorro de tiempo que, precisamente, la presidenta de la Federación de Asociaciones de Familiares de Enfermos de Alzheimer de Castilla y León (Afacayle), Milagros Carvajal, consideró fundamental a la hora de realizar un diagnóstico precoz y proceder a la atención del paciente.

En otro orden de cosas, el consejero de Sanidad salió ayer al paso de las demandas realizadas ayer por el Sindicato de Enfermería (Satse) sobre su vestuario al asegurar que el personal de enfermería de los hospitales está perfectamente identificado, con una cinta de color diferente y una tarjeta que incluye el nombre y la categoría profesional del sanitario. "No es un problema general", aseguró.

En esta línea, el director general de Asistencia Sanitaria de la Junta, Alfonso Montero, apuntó que las enfermeras están identificadas con su tarjeta, además de contar con su propia historia clínica que recoge los cuidados a prestar al paciente, que se incorpora a la elaborada por el profesional médico.

En cuanto al ámbito de las consultas, afirmó que se irán incorporando mecanismos de soporte y agendas específicas de enfermería para diferenciar su trabajo del resto de actividades sanitarias, a medida que se creen consultas de intervención directa.