Los presidentes de las nueve Diputaciones de Castilla y León se reunieron ayer en León para debatir sobre el problema que supone la despoblación, particularmente la del medio rural, y apuntaron a la necesidad de "generar servicios esenciales, oportunidades de empleo e infraestructuras" como soluciones.

El presidente de la Diputación de León, Juan Martínez Majo, aseguró que Castilla y León es una comunidad "eminentemente de medio rural, donde la parte urbana tiene menor peso", motivo por el que es necesario "ponerse manos a la obra para poner freno a un problema que viene del siglo pasado".

Martínez Majo apostó por "corregir el desequilibrio entre el mundo rural y el urbano" mediante medidas concretas "de tipo fiscal, laboral, incentivos en materia de vivienda o facilidades para que los jóvenes puedan asentarse en el medio rural y tener sus servicios básicos cubiertos" para "hacer atractivo el medio rural".

El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez Quiñones, también participó en las jornadas sobre despoblación organizadas por el Diario de León, donde aseguró que la Junta de Castilla y León ha sido una "abanderada" en la lucha contra la despoblación con "la elaboración en 2010 de la agenda para la población, la constitución de un Consejo de Políticas Demográficas o diferentes iniciativas como la puesta en marcha del Foro de Desafíos Demográficos".