El director general de Caja Segovia en 2011, Miguel Ángel Sánchez Plaza, ha afirmado hoy que tanto el Banco de España como la Junta de Castilla y León revisaron "absolutamente todo" lo relacionado con las prejubilaciones aprobadas en la entidad, ante la "alarma social" creada por las elevadas cuantías.

Durante su comparecencia ante la comisión de investigación que analiza la gestión de las cajas de ahorro de la comunidad, Sánchez Plaza ha detallado que en octubre y noviembre de 2011 el Gobierno autonómico envió cartas "durísimas" para reclamar a Caja Segovia información sobre los procesos de aprobación de esas prejubilaciones y que le fue remitida.

El exdirectivo ha reconocido como "lógico" y "perfectamente entendible" la alarma social y la visión sobre las elevadas cuantías de las prejubilaciones que puedan realizar los representantes políticos o los ciudadanos, pero ha insistido en que todos los procedimientos han sido analizados sin encontrar reproches.

Ha añadido que, ante esta circunstancia, el Consejo de Administración de la Caja celebró una reunión monográfica en la que aportaron "pelos y señales" de un proceso de concesión de prejubilaciones que ha defendido, ya que fue igual para todos los trabajadores en el porcentaje y "gravoso" para los directivos por tener que mantenerse en la caja hasta 2011 y posteriormente no poder trabajar en otras entidades financieras.

Sánchez Plaza ha explicado que en esa misma reunión Caja Segovia decidió contratar un "bufete de primera categoría" para "contrarrestar" los ataques que estaban padeciendo con motivo de las prejubilaciones, actualmente en sede judicial con varios exdirectivos encausados por este procedimiento.

En su caso, el exdirector general ha detallado que la cuantía de su prejubilación fue de 3,1 millones de euros brutos, además de 3,4 millones de euros en compromisos de pensiones, pero ha negado que su salario en el año que estuvo como director general fuera el 60% superior al de su antecesor, sino el 20 por ciento inferior.

En el mismo sentido, ha defendido la supervisión del Banco de España y la Junta de Castilla y León cuando la Caja emitió participaciones preferentes por importe total de 77 millones de euros: "nadie podía pensar en 2006 que estas emisiones iban a ser comprometidas", ha resumido antes de destacar que Bankia ofreció una operación de canje de la que se aprovecharon los clientes que quisieron.

Durante su intervención ha ratificado lo revelado la pasada semana por el exdirector general de Caja Segovia entre 1995 y 2011, Manuel Escribano, en el sentido de que "los servicios centrales de Bankia reformuló las cuentas" de 2011 para igualar las cuentas entre las entidades financieras agrupadas en el SIP, lo que significó que buena parte de los beneficios anotados se redujeran para hacer dotaciones.

Sobre las razones por las que Caja Segovia asumió en solitario la deuda tributaria de Navicoas Asturias, en lugar de integrarla como el resto de la cartera de negocio que aportaba a Bankia, Sánchez Plaza ha dicho que ignoraba los detalles de esta decisión, si bien ha añadido que suponía que, en último término, se tomó por parte del Consejo de Administración.