Los inmigrantes que residen en Castilla y León pusieron ayer de manifiesto que la integración social de este colectivo es "una utopía" si no va acompañada por la inserción en el mercado laboral, que sigue siendo "un reto" en el que queda "mucho camino por recorrer" para alcanzar un empleo de calidad. Durante la lectura de un manifiesto en la recepción y acto central de la jornada "Castilla y León, tierra de acogida", el colectivo pidió "acabar con las etiquetas" así como la aplicación de políticas que permitan construir "espacios de relación y de comunicación". También aludieron a las políticas en materia de inmigración, que permiten garantizar "una integración satisfactoria y feliz" en Castilla y León.